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Laura Montalvo
Viernes, 6 de mayo 2016, 12:12
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La familia es de Guainos y segun cuenta su hija Pilar "fue una ceremonia preciosa, muy emotiva en la que participamos toda la familia. Cuando fui a hablar con el sacerdote para organizarlo me sorprendió gratamente su cooperación para el acto, se puso a disposición nuestra para lo que necesitaramos.Así se organizó que todos participáramos en la ceremonia:los nietos pequeños llevaron las arras, otros los anillos, mi hijo leyó la poesia que mi padre escribio para el momento, mi hija llevó el ramo a la novia, y nosotros sus hijos les dijimos unas palabras muy emotivas y sentidas desde el corazon que con todo el momento fue maravilloso, lo disfrutamos mucho".
Este año que hacian las bodas de oro se daba la circunstancia de coincidir el 19 de agosto en domingo como cuando ellos se casaron en 1962 y en la misma iglesia, La Inmaculada concepción de Adra,donde tambien celebrarón las bodas de plata a los 25 años.
Para la ocasión, Nicolás escribió una preciosa poesía en la que recordaba cómo nació su amor y cómo ha ido evolucionando su relación. Todo un ejemplo::
Nací en el treinta y seis
con la guerra ya presente
es fácil de imaginar
qué futuro inteligente.
En lo primero de la vida
el cuidado es especial
cuál podría ser el cuidado
cuando las bombas amenazan.
Las sirenas anunciaban
que los aviones venían
y las personas de la aldea
hacia la maleza corrían.
Mi hermana de ocho años
era la que me cuidaba
cuando a la maleza corría
como se las arreglaba.
Con este ambiente crecí
hasta poder recordar
que la guerra terminaba
y lo pudimos contar.
Le he dado gracias a Dios
desde que lucidez he tenido
en todos los pasos de mi vida
el señor a mi lado ha ido.
Con esta hermosa compaña
nada he tenido que temer
donde quiera que haya estado
me he sentido feliz con él.
Así terminó la niñez
y empezó la adolescencia
eran muchas las jóvenes
que tenían buena presencia.
Eran todas tan bonitas
que a la hora de elegir
no cambia más que el nombre
así se podría decir.
Con el señor a mi lado
no me podía equivocar
me aconsejó que eligiera
una de mi igual pensar.
Yo buscaba el momento
para declararle mi amor
y como lo prefería
este momento llegó.
Era el ocho de septiembre
día de la Virgen del Mar
y para mejores señas
fiestas de San Nicolás.
Iban a embarcar a la Virgen
en el puerto la buscaba
y me dijo una señora
ahí van unas muchachas,
yo miré hacia el lugar
donde ella me indicaba
y te vi sonriente
lo hermosa y guapa que estabas.
Después de hablar un momento
de lo que nos rodeaba
llevé la conversación
a lo que nos interesaba.
Quiero aclarar esta noche
lo que por nosotros pasa
lo que te dicen mis ojos
sin necesidad de palabras.
Tu respuesta fue positiva
a ti igual te pasaba
que te sentías feliz
cuando a mi lado estabas.
Una traca de cohetes
el cielo lo iluminaba
y es que del Cielo vino
el amor que nos esperaba.
Felices y convencidos
y a la vez tan deseada
por el amor tan grande
que de nosotros emanaba.
Yo con mucha seriedad
como si con experiencia hablara
ahora nos falta firmar
lo que acordamos de palabras.
Con una bella sonrisa
y con más sobrada gracia
dónde se encuentra el papel
para firmar esta causa.
Yo buscando soluciones
sobre lo que se trataba
la firma de amor es un beso
que engrandezca nuestras almas.
Tu respuesta fue el silencio
te pusiste sonrojada
en seguida adiviné
lo que por ti pasaba.
Por un lado lo preferías
por el otro lo rechazabas
las vivencias de aquellos días
estaban muy valoradas.
Nuestro amor continuó
como había empezado
en todo nuestro buen hacer
el señor nos ha acompañado.
Cuando me tocó el momento
del servicio militar
como un buen español
a Mahón yo fui a parar.
A partir de la distancia
que nos había tocado vivir
nuestro amor fue en aumento
así se puede decir.
Después de ya licenciado
en el matrimonio pensábamos
trabajábamos duro y fuerte
para construir la casa.
A los tres años de esfuerzo
la casa ya la teníamos
para crear una familia
con la mayor alegría.
El diecinueve de Agosto
del año sesenta y dos
fue el día que elegimos
para bendecir nuestro amor.
Esta fecha ya llegó
todos llenos de alegría
el Señor nos acompañaba
todas las horas del día.
El dieciséis de agosto
del año sesenta y tres
nuestro amor su fruto daba,
nacía una hermosa niña
que nuestro amor la aumentaba.
Crecía sana y hermosa
y cualquiera que llegaba
le llamaba la atención
aquel que la contemplaba.
El día catorce de abril
del año sesenta y nueve
Dios nos volvía a premiar
dándonos otro hermoso hijo
de igual forma deseado.
Ellos crecían unidos
por los vecinos admirados
por los hermosos que eran
y por lo bien educados.
Así el tiempo corrió
hasta el año setenta y cinco
el día cinco de junio
nació nuestro tercer hijo.
Los tres vivían dichosos
en la felicidad del hogar
ellos han contribuido
en poderlo mejorar.
Lo que yo me había propuesto
con entusiasmo e ilusión
en crear una familia
que en el centro esté Dios.
Lo que yo me había propuesto
mis hijos lo han continuado
todos los pasos de su vida
el Señor va a su lado.
A los veinticinco años
Dios nos volvió a bendecir
siendo las bodas de plata
y sentirnos tan feliz.
Ahora a los cincuenta años
que esta vida comenzamos
son las bodas de oro
que al Señor agradezcamos.
Te damos gracias señor
por habernos ayudado
por tenernos tan felices
y permanecer a nuestro lado.
Así espero que continúes
con toda mi descendencia
que sean objeto del buen hacer
donde se halle su presencia.
A finales de mis días
espero estar a tu lado
para subir al Cielo
con tu compaña a mi lado.
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