maría torres
ADRA
Sábado, 2 de octubre 2021
María crió a sus hijos entre su casa y su trabajo en la vega de Adra. Aún recuerda la dureza de aquellos inviernos, cuando en los días de lluvia cruzaba el río Adra a lomos de un borrico. Carmen rememora con añoranza los largos paseos de los que disfrutaba bajo la sombra de la alameda, entre los cañaverales del río, y Encarna aún tararea las coplas de antaño, las 'mudanzas del río' y otros cantares.
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La historia de Adra siempre ha estado ligada al río que lleva su nombre, declarado hoy Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Conservación en su último tramo. Su cauce, de extraordinario valor medioambiental, no sólo marcó el desarrollo de su economía sino también las costumbres y el carácter de quienes habitan a su alrededor. De la mano de la asociación vecinal Acerobo, un documental inmortalizará el pasado y el presente de un río que merece ser protagonista.
Las primeras grabaciones se realizaron en el mes de marzo. Corren a cargo de Manuel Peña, un joven abderitano -técnico de realización- que colabora desinteresadamente con el proyecto. A través de su objetivo, hilvana el testimonio de los vecinos de la barriada de La Alquería de Adra con la aportación de reconocidos biólogos, como Mariano Paracuellos y Ramón Sánchez, y de Macarena Molina, técnico para el Mar de Alborán del proyecto Life. «En principio quisimos hacer un pequeño vídeo, pero se nos quedaba corto», reconoce. El primer sorprendido de la riqueza que atesora el río Adra fue él: «Me impactó conocer en detalle el río,. En su desembocadura está seco y a a escasos metros ya lleva agua, que nacen de las cumbres de Sierra Nevada. También fue muy bonito conocer las anécdotas que en torno al río recuerdan los más mayores».
El documental sobre el río Adra tendrá una duración entre 60 y 90 minutos. Está previsto poder concluir el montaje en el mes de noviembre para su posterior presentación en sociedad. No se descartan presentarlo en certámenes y festivales audiovisuales con el objetivo de promocionar, en la medida de los posible, uno de los pocos ríos de Almería que transporta agua los 365 días del año.
Una joya desconocida
Para la asociación Acerobo, el río Adra sigue siendo un gran desconocido. «Vivimos de espaldas al río y no valoramos la joya medioambiental que tenemos», lamenta José Antonio Pérez, miembro de la asociación Acerobo. «La historia de Adra está ligada al río, desde la prehistoria. Todas las culturas que han pasado por la ciudad milenaria han estado marcadas por el río, desde los fenicios que vienen buscando el mineral de nuestra sierra. El río les servía de vía de acceso. Además, el delta del río era una tierra fértil y las Albuferas son únicas en Andalucía. Adra le debe al río su vega», argumenta. Especialmente llamativa es la fauna que alberga el río Adra, como la ranita meridional y el pez fartet, este último en peligro de extinción y con la misma protección «que el lince ibérico», compara.
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La asociación Acerobo ha lanzado una campaña digital o 'crowdfunding' para recaudar fondos que ayuden a financiar el documental. Los donativos se agradecen con pequeños detalles. Las personas interesadas en colaborar también pueden dirigirse a Acerobo.
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