Adra, en los Goya del teatro español

Falta menos de un mes y la expectación, dentro y fuera del mundo de las artes escénicas, es máxima. El 20 de mayo la Sociedad General de Autores celebrará una nueva edición de los Premios Max, unos galardones concebidos en exclusiva para los mejores. Entre los selectos candidatos, hay un abderitano: Javier Viana. El actor y director opta directa o indirectamente a tres categorías por su obra Espejo Capricho Escénico, un retrato del escritor Federico García Lorca desde la perspectiva de un enamorado confeso de su trayectoria artística y personal.

Escrita y dirigida por Javier Viana, que también interpreta al poeta de Fuente Vaqueros sobre el escenario, la obra está detrás de las nominaciones a Mejor Autor Revelación, Mejor Espectáculo Revelación y Mejor Actriz Protagonista, en la figura de Nerea Cordero. Se estrenó el 4 de febrero del año pasado en el Festival de Teatro de Málaga y hoy aspira a obtener tres premios Max. «Este tipo de nominaciones supone un reconocimiento a tu trabajo y te da aliento para continuar, más aún cuando procede de la propia profesión», ha reconocido a IDEAL este abderitano, seducido por el arte dramático desde su juventud.

Ajeno a los nervios previos y a la proyección pública que suponen los premios Max, el director de Espejo Capricho Escénico matiza: «La suerte ya está echada y esto no es una competición. Con llegar es suficiente». Treinta años de carrera profesional lo avalan, una compañía propia-BUM Creaciones-, y varios proyectos «hechos desde el corazón».

Renunció a ser veterinario para enredarse en el mundo de la interpretación hace 29 años. Nació en Málaga, pero con pocos años desembarcó en la antigua Abdera. Precisamente en Adra celebró el Día del Teatro, el pasado 27 de marzo. «El teatro no es entretenimiento, es reflexión y compromiso social», dijo entonces. «Me encantaría que Espejo Capricho Escénico viniese a Almería, aunque nadie sea profeta en su tierra», reconoce. «Hay interés por traerla a Adra, pero no hay nada cerrado. Yo estoy abierto y con ganas de hacerlo», apostilla.

Experiencia teatral

Espejo Capricho Escénico ofrece una visión poliédrica de Lorca con tres personajes en escena. La obra narra los encuentros y desencuentros de tres jóvenes creadores cuyo destino se cruza en el mismo lugar en los años 20. Son el director de cine Luis Buñuel, el pintor Salvador Dalí y el genio del teatro español Federico García Lorca.

Al son de un piano de cola, la historia habla de decepciones humanas, del mal de amores, del crac del 29, de los suicidios que generó, de éxito, de penurias y «de cómo lo vivió en primera persona un chaval criado en la vega de Granada».

«Nerea Cordero representa la parte más femenina de Goya; Javier Galiana interpreta al Lorca pianista y músico; y yo al Lorca más vinculada a la tierra, al universo de donde venimos», ha detallado.

«A fuego lento»

Espejo Capricho Escénico es el resultado de un trabajo de investigación que arrancó en el año 2010. Para intentar aproximarse a la visión del escritor, Viana puso rumbo a Cuba. «Siempre he tenido muy presente la figura de Lorca, más aún después de los cuatro años de gira de Poeta en Nueva York, y me fui a Cuba con la intención de buscar más sobre los días que Lorca pasó allí», ha confesado. Buceando en el periplo del poeta en tierras cubanas, lo que en principio quiso compartir en forma de documental se transformó en una obra dramatúrgica que se complementa con un disco compacto.

Animado por el que fuera director de Patronato Federico García Lorca hasta su fallecimiento en 2016, Alfonso Alcalá, Javier Viana acepta el reto de trasladar al teatro la esencia que Lorca va forjando entre Granada, Madrid y La Habana. «Parto de un texto inacabado escrito por Lorca y me tomo la licencia de terminarlo», ha explicado. «Un proceso lento, hecho con mucho cariño, respeto y a fuego lento», ha añadido.

Con sobrado conocimiento de causa, para Viana Lorca es luz. «En su figura veo alegría de vivir y ganas de estar en el mundo, pero siempre se ha vestido de tragedia por haber sido asesinado por el antigua régimen. No se hace justicia», ha argumentado al respecto. Bajo esta premisa nació una obra que, con independencia de la elección del jurado, ha logrado colarse en los Goya del teatro español.