Adra se pone flamenca para recibir la Navidad
La peña Adra La Torre convierte la plaza de la calle Fábricas en un tablao flamenco donde las nuevas generaciones piden paso
maría torres
ADRA
Martes, 6 de diciembre 2022, 00:03
En la plaza de la calle Fábricas de Adra, alrededor de una candela, sonaron villancicos tradicionales en la noche del pasado viernes. Por rumbas y por bulerías, con guitarras, zambombas, panderetas y cajones. Una puesta en escena donde no faltaron las castañas, el anís, los mantecados, los lunares y el taconeo. Cuando se cumplen casi 50 años de su fundación, Adra La Torre abrió las puertas de su peña para recibir la Navidad y, como un ave fénix que resurge de sus cenizas, para reivindicar que la afición por el flamenco en Adra sigue latiendo.
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La peña abderitana reunió a un elenco de artistas a la altura de la ocasión. Nuria Valarino, Raúl Bravo, Mercedes Cano y Estefanía Lorenzo, al cante. Ramón Rivera y Joaquín de la Torre, a la guitarra. Las alumnas de la Escuela Municipal de Danza Zambra, al baile, con Rocío Bogas y Ana Ortiz a la cabeza, y la colaboración de María Alonso y María Martín. Un cartel que reunió a decenas de personas a las puertas de la peña, que pudieron disfrutar de una noche cargada de talento, duende y celebración.
Una peña con solera
Adra La Torre se fundó en 1973. De aquel grupo de aficionados al flamenco hoy ya solo puede contarlo don Juan Jiménez. Por este enclave llegaron a desfilar artistas de la talla de Camarón, Luis de Córdoba y Calixto Sánchez. «En Adra la afición por el flamenco ha ido a menos y eso es evidente, pero aún queda y el resurgir de esta peña es la prueba más evidente», explica su actual presidente, José Moreno. Enamorado del flamenco, empezó a 'engancharse' de la mano de su padre, escuchando en casa a Juanito Valderrama en cintas de radio cassette. «El flamenco es como una droga, te engancha poco a poco. Yo escucho flamenco dos horas al día, forma parte de mi rutina», reconoce.
Hace unos meses, José decidió dar un paso al frente para volver situar el flamenco en el sitio que se merece. «En la peña, éramos 15 socios, ahora somos más de 40 y nuestra intención es llegar a los 60. Sin ayudas públicas de ningún tipo, solo con la aportación de los socios podemos mantener una programación de artistas con regularidad. Nuestro objetivo es captar la atención del mayor número de personas posible», explica. Diez euros mensuales cuesta ser socio de la peña. Cinco, si se tiene menos de 18 años. Una cuota «asequible», a su juicio. «No me creo que la peña tenga hoy la vida que tiene. Esto, hace solo unos meses, era un cementerio, siempre la misma historia, la misma rutina. Hoy tiene otro aliciente», asegura gratamente sorprendido por la respuesta obtenida hasta la fecha.
La renovación de la junta directiva y la incorporación de gente joven ha sido fundamental para poner un punto y aparte en la trayectoria de una peña flamenca que quiere seguir sumando capítulos. La próxima cita será el 16 de diciembre. Adra la Torre volverá a vestirse de gala para recibir al cantaor sevillano Raúl Montesinos, que estará acompañado por Ramón Rivera a la guitarra. Siempre que el aforo lo permita, se acepta el acceso de no asociados a cambio de un donativo. «En esta peña, todos aportan. Queremos abrir la peña, que la gente entre y escuche flamenco, pero flamenco de verdad, bien entendido (...) Yo estoy a favor de las innovaciones, siempre que se conserva la raíz», apostilla el presidente de la peña, mientras recuerda con nostalgia «la época dorada del flamenco», la que dibujaron con sus quejíos artistas inmortales como Chocolate, Caracol o El Lebrijano.
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