Adra se suma al club de las 'malasmadres'

La carrera partirá a las diez de la mañana del paseo marítimo de San Nicolás bajo el lema Yo No Renuncio. Se trata de un recorrido simbólico, de cinco kilómetros, en el que se puede correr, trotar o andar. Pueden acudir padres, madres, hijos, abuelos y amigos. Los más pequeños pueden ir en su carrito o con sus patinetes. No se busca competir sino gritarle al mundo que existen problemas reales para compaginar trabajo y familia, un problema que se agrava notablemente en la mujer.

Orquestada por el club Malasmadres, es la segunda carrera de obstáculos que organiza este colectivo. La primera que se expande a otras ciudades y la primera también que llega a la ciudad milenaria. Para participar, basta con inscribirse en https://yonorenuncio2019.com/inicio/correr-desde-tu-ciudad. El plazo de inscripción permanece abierto hasta el 6 de octubre y la cuota es de 15 euros. Incluye una camiseta del club, el dorsal y avituallamiento.

La iniciativa, que en Adra ha partido de forma anónima de la mano de dos voluntarias -Silvia González y Ana Fernández-, contará con la colaboración del Ayuntamiento. Hasta la fecha se han inscrito alrededor de 40 personas para correr en Adra y se prevé duplicar la cifra. «Animamos a los vecinos de Adra a que participen y se inscriban. En caso contrario, que acudan a acompañarnos para hacer visibles los problemas de conciliación que sufrimos en España», ha declarado a IDEAL Silvia Rodríguez, una de las personas que ha impulsado la carrera en Adra. Almería capital también saldrá a correr por esta causa el 13 de octubre.

Todo lo recaudado se destinará a la asociación Yo No Renuncio, concebida para reinvidicar a la administración leyes que favorezcan la conciliación. Además, un euro de cada inscripción irá a parar a la preparación física de las deportistas paraolímpicas españolas.

Trece obstáculos

Son inevitables las dificultades que sortea diariamente una madre para compaginar trabajo y familia y 13 los 'obstáculos' que, según el club Malasmadres, impiden alcanzar una conciliación real. Son muchas las mujeres en España que se ven obligadas a renunciar a su carrera profesional, que soportan horarios laborales rígidos y que hacen frente a la mayor parte de las tareas domésticas, incluidas las 'invisibles' como el seguimiento médico de los miembros de la unidad familia. «Las mujeres han salido a trabajar, pero los hombres no han entrado en casa», denuncian. Los roles tradicionales siguen vigentes y la maternidad sigue marcando el techo de cristal. Además, según los estudios realizados por el club Malasmadres, la mujer soporta una carga mental significativa y el mito de ser una 'superwoman' se desvanece por agotamiento. Por otro lado, tiene una carencia importante en cuanto a tiempo libre, 54 minutos al día, según el mismo estudio, y el peso de la culpa se ceba contra ella cuando 'descuida' sus obligaciones familiares para intentar desconectar. Es urgente y necesario «hacer equipo» en la educación en valores, asumir que la conciliación es un reto compartido y afianzar un compromiso social que aporte posibles soluciones.