«La campaña de pimiento no se da por perdida aún, pero habrá pérdidas»

Los agricultores de Adra miran al cielo con preocupación, resignación e impotencia. No llueve desde hace meses. Los días pasan y la escasez de agua es más que evidente en los frutos que plantaron hace ahora dos meses. Sus cosechas, principalmente de pimiento, se desinflan. Su ilusión también. No sólo está en juego la economía de miles de familias sino el motor económico de una localidad que vive principalmente de la agricultura y que supera hoy los 25.000 habitantes.

«La campaña de pimiento no se da por perdida aún, pero sabemos que habrá pérdidas», reconoce a IDEAL José López, presidente de la comunidad de regantes Río Adra. Con más de 1.400 agricultores censados y una extensión total de 810 hectáreas, es la comunidad más numerosa del municipio. «Actualmente estamos aplicando cortes de llaves por tramos y estamos regando cada tres días, en lugar de cada dos», detalla.

En otras comunidades, como Cairos Zabala, hay propietarios han llegado a encadenar varios días consecutivos sin riego. Las balsas se quedan a la mitad de su capacidad, la presión reduce notablemente y algunos han optado por regar sus fincas «con cubas de agua». Otros, «han arrancado las matas directamente». «Debería regar alrededor de 50 minutos diarios y estoy en 38», ha apuntado una agricultora. Las altas temperaturas de este mes de septiembre tampoco ayudan. «Lo que nos vamos a encontrar es un fruto más pequeño, con menos cuerpo, y con peseta o manchas, menos rentable para comercializarlo», lamenta.

Con casi dos décadas de trayectoria al frente de la comunidad de regantes Río Adra y toda una vida ligada a la agricultura, José López no oculta la gravedad de la situación: «Nos llegan muchos agricultores con el mismo problema y no se puede hacer nada. El agua no llega. Siento fatiga y mucha impotencia». A su juicio, todas las administraciones deberían remar en la misma dirección para garantizar el suministro de agua. «A corto o largo plazo, hay que asegurar el agua como sea», exige.

Conscientes de que las posibles soluciones a largo plazo tardarían tiempo en materializarse, los agricultores esperan como agua de mayo las lluvias de septiembre, no sólo en Adra, sino en la provincia en general. La temporada de pimiento comenzó con la plantación de las semillas en el mes de julio y su recogida ya ha comenzado en algunas fincas. Se concentrará entre octubre y enero principalmente. «Confiamos en que el tiempo cambie y sea más fresco. Como agricultor, sé el sacrificio que hay detrás de una plantación y de su recolección», sentencia este abderitano con esperanza y preocupación a partes iguales.