Muchos son los recuerdos que se agolpan entre quienes disfrutaron de La Quinta Avenida de Adra en todo su esplendor. La mítica discoteca abderitana, que cerró hace tres lustros, reabre sus puertas convertida en un espacio de celebraciones distinguido, bohemio y elegante con capacidad para 350 invitados. Esta semana se ha llevado a cabo su puesta de largo de la mano de sus propietarios, Yolanda Osorio y Josué Rodríguez. La Quinta, que mantendrá su nombre original, reunió a amigos y familiares para iniciar una nueva etapa cargada de proyectos. Ante la ausencia de un establecimiento de similares características en el núcleo urbano de Adra para celebrar bodas, bautizos, comuniones, congresos o reuniones privadas, su apertura ha generado mucha expectación. «Septiembre ya está completo y eso que acabamos de arrancar», adelantan.Atractivo no le falta. Ubicado a escasos metros de la playa El Censo de Adra y del paseo marítimo de San Nicolás, dispone de jardines semitropicales cuidados al detalle para celebraciones en exterior y de una carpa acristalada para hacerlo en interior. Además, presume de terraza con vistas al Mediterráneo y de una habitación de cortesía para las parejas que decidan festejar en este enclave uno de los días más importantes de sus vidas. La cocina corre a cargo del restaurante Gárum de Adra, conocido y reconocido por la calidad de su materia prima y la genialidad de sus elaboraciones. La música vuelve a sonar en La Quinta gracias a esta iniciativa empresarial. De aquel nostálgico pasado se conservan algunas de sus palmeras, la estructura original y la doble altura de su antigua pista de baile, según comentan sus propietarios actuales, pero también esa ilusión por ser testigo de momentos inolvidables.