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La mala educación en El Ejido y resto del Poniente

Hoy en día, con las prisas y los quehaceres diarios, uno casi no tiene tiempo para 'explorar' nuevos puntos de su localidad. A pocos se les ocurre subirse en el coche y ver cómo ha cambiado su municipio en la periferia, aunque quienes lo hacen, regresan, por un lado con una grata sorpresa de haber descubierto lugares asombrosos que no sabía ni que existían, y por otro lado con la sorpresa de saber que a día de hoy, con todas las facilidades que hay al alcance de la gente para deshacerse de las cosas y residuos, hay ciudadanos que se saltan las normas a la torera y tiran de todo en cualquier sitio sin importarles las consecuencias.

MÍRIAM ALCARAZ

Viernes, 6 de mayo 2016, 11:49

Seguro que no muchos ejidenses saben que en su municipio, justo en la parte alta de la Rambla del Águila, además de los invernaderos que ... se dejan ver a lo lejos desde el Bulevar, hay un barranco que comienza en la falda de la Sierra de Gádor. Cientos de árboles esplendorosos se pueden encontrar allí, aunque no todo lo que se puede respirar es aire puro. Junto a esa vegetación que tanto se trata de proteger, hay residuos de todo tipo, desde tuberías hasta maderas, pasando por colchones, restos vegetales, escombros o restos de plástico. Y no se trata de una montaña aislada, sino que hay decenas y dejan en evidencia que algunas pueden llevar bastante tiempo.

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