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Uno de los marineros rescatados tras el incendio del Playa de Adra narra cómo vivieron el suceso

Uno de los marineros rescatados tras el incendio del Playa de Adra narra cómo vivieron el suceso

«Era más seguro tirarme al agua que quedarme en la balsa, por el fuego. La balsa se acercaba peligrosamente al barco que estaba en llamas y tenía mucho miedo, por eso me tiré al agua, estaba helado, pero creía que iba a estar más seguro que en la balsa».

Laura Montalvo

Viernes, 6 de mayo 2016, 12:30

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Así narra Francisco Javier Prados, uno de los marineros rescatados el viernes del suceso de la embarcación de arrastre abderitana 'Playa de Adra', su odisea. Este joven abderitano de 24 años vivió el mayor de los sustos en la madrugada del jueves al viernes cuando sobre las seis y media de la mañana estaba durmiendo en el barco en el que lleva trabajando un año cuando de repente «íbamos a faenar, los trabajadores estábamos dormidos y nos dio aviso el patrón de que había fuego en el motor. Sólo nos dio tiempo a salir corriendo, tirarnos de la litera y cuando echaron la balsa salvavidas tirarnos al agua».

De la cama al agua «y asustado vivo. Hubo un escape del motor, una explosión y se incendió, pero no sé más porque tampoco pude enterarme bien, estaba muy asustado, explica a IDEAL. Prados lleva dos años trabajando como pescador en los barcos y nunca le había pasado algo así, «espero que sea la primera y la última, vaya susto, lloramos, gritamos, muy nerviosos». El Playa de Adra «trabajaba la gamba, la cigala, el arrastre, salíamos por aquí por la costa». Y se hundió tras el fuego.

Prados formaba parte de la tripulación junto a su tío Manuel, el patrón Nicolás Casas, y Andrés. Todos compartieron el miedo al montarse en la balsa salvavidas, donde estuvieron unos 20 minutos hasta que llegó «una lancha de recreo de un chaval que iba a pescar y al ver el humo y el fuego se acercó a nosotros. Nos montamos y esperamos a otro barco, al final vino el Tobalo y María y nos llevó al puerto».

Helados

Los marineros pasaron mucho frío, pero Prados además se mojó por partida doble.

«Cuando me tiré al agua para montar en la balsa tuve que deshacerme de la ropa porque me hundía, me quité el pantalón y la chaqueta deprisa porque me hundía por el peso. Me quedé en calzoncillos y subí a la balsa salvavidas, estaba helado. Pero es que la balsa se tiró al lado contrario y se iba a cercando al barco que estaba en llamas, tenía mucho miedo y me tiré al agua, yo creía que estaba más seguro en el agua que en la balsa, que se podía quemar». Junto al joven se tiró al agua su tío, «remábamos los cuatro pero no podíamos evitar que la balsa se acercara al barco incendiado, y salté y eché a nadar para alejarme. Cuando nos recogió el otro barco me dieron ropa, me metí en el motor para coger calor y me vestí, estaba tiritando».

Hoy lunes los marineros rescatados tienen que ir a Capitanía marítima para dar cuenta de lo sucedido y hacer balance de las pérdidas, ya que además del barco perdieron en el mar sus pertenencias. «Perdí el móvil, las llaves del coche, la cartera con el DNI y la documentación, todo», explica Prados.

Y después del susto que se llevó, este joven que juega en el equipo senior del CD Adra Milenaria acudió por la noche al entrenamiento, «porque necesitaba despejarme». Fue recibido con cariño por sus compañeros y el entrenador, Mariano Gómez, le dio la bienvenida a la vida, «porque ha vuelto a nacer, vaya susto. Y es todo un ejemplo, aquí estaba comprometido con su equipo», agradece el míster.

El domingo salió a jugar a defender los colores rojo y azul de su equipo frente a Las Marinas. Ganaron por 2 a 0, y Prados ya ha buscado otro barco para continuar con su trabajo, porque a pesar del miedo «no queda otra, hay que pagar facturas y no hay otra cosa».

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