¿Quién quiere tocar la corneta en Adra?

Así lo hacen niños y mayores que forman parte de la banda de Cornetas y tambores Sagrado Corazón de Adra, un colectivo que nació en los años 70 se la mano de la cofradía del Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores con el nombre de banda Cristo de la expiración. «Por algunas circunstancias la banda se separó de la cofradía casi 30 años después, se creó una asociación cultural y tal y como la tenemos hoy se fundó sobre 2006», explica Pedro Castillo, actual director junto al histórico Francisco Soler, 'Frasco', que debido a su edad, 85 años y sus achaques, es director perpetuo, pero no puede asistir a todos los ensayos y actuaciones como le gustaría.

 Esta banda fue «la banda del pueblo, porque desapareció la banda antigua que dirigía Alberto Escámez, uno de los compositores más grandes de marchas procesionales. Cuando nos independizamos, porque estábamos muy estancados y queríamos seguir creciendo y con la cofradía no podíamos, el ayuntamiento nos cedió unos 5.000 euros tuvimos otros 4.000 de ayudas y pudimos comprar los uniformes, estandarte, banderines e instrumentos en 2006», explica Castillo.

En aquellos años la banda contaba con unos veinte músicos: ocho tambores, diez cornetas, tres bombos y quien llevaba el banderín. La banda ha ido creciendo y ya son unos 37 «pero queremos ampliar y que venga más gente a formar parte de nuestra banda de cornetas y tambores. Sobre todo estaría genial que viniese alguno de los que estaba en los inicios, gente de unos 40 o 50 años, para darle un poco más de consistencia al grupo, aunque puede apuntarse quien quiera, a partir de los 16, porque no tenemos escuela de música y formar a los más pequeños es complicado».

Nueva savia

Pero eso no les impide tener a Pedro, el más jovencito de la banda, que con cinco años no suelta la corneta ni cuando le toca el turno a sus compañeros de tambores. Y sigue a su padre, el director Paco, andando y tocando.

«Tenemos gente desde los cinco años hasta José, que tiene los 44, y luego está Frasco, con 85. Pero nos hace falta más gente, tenemos cuatro cornetas paradas y un bombo, y queremos por lo menos completarlo hasta legar a 40 y luego seguir creciendo hasta los 50 o 60 miembros, porque eso le daría mayor prestigio a nuestra banda, nos abriría las puertas a poder actuar con hermandades más grandes, sería un salto de calidad».

Y es que hasta ahora han tocado en actos festivos de Adra, como las fiestas de barriadas o en el besapiés del Prendimiento «pero nunca hemos tocado para la Semana Santa de Adra, nos gustaría que las cofradías contasen con nosotros. Sí hemos tocado en esa semana de Pasión pero fuera, como en Garrucha, Balanegra o Berja pero lo de tocar en la Semana Santa de nuestro pueblo sí es una espinita que tenemos», explica Pedro Castillo.

A lo largo del año, esas fiestas de los barrios como la Virgen del Carmen, Fuente Ahijado o La Curva, así como en encuentros de bandas de Adra o Laujar la Banda de Cornetas y Tambores Sagrado Corazón destaca con sus uniformes en rojo y negro. «En 2007 estrenamos los uniformes de invierno, con gorra de plato negra, chaqueta roja, pantalón negro con linea dorada y fajín negro y dorado. El negro es un color que da seriedad y el rojo de la chaqueta se cogió porque en toda su historia la banda siempre había llevado algún complemento en rojo».

Si alguien se anima a formar parte de la banda se le proporciona el uniforme «aunque la gorra ya va de su cuenta, porque por cuestiones de higiene cada uno que lleve la suya. Y no hay que pagar nada por estar en la banda, al revés, tratamos de que cada integrante se lleve algo cuando tenemos una actuación. «Cobramos entre 500 y 1.200 euros por actuación, depende de donde sea y la época del año. Repartimos lo que ganamos, un poco para la banda para ir pagando gastos y otro poco para cada uno».

Castillo tiene 36 años y lleva en la banda desde los 8, tocando la corneta, «aunque como director con Soler llevo desde 2004. Soler lleva toda su vida dedicado a la banda». Y dedicado a la música, porque según explicó ya en una entrevista a IDEAL, desde jovencito se ha dedicado a ello y formó parte de las orquestas Tropical y Los Whyndos.

Estudió música desde los once años y siempre ha sido su pasión. Se decanta por la música clásica «y no el ruido que hay ahora», y recuerda el impulso que tuvo esta banda en 2007 «cuando gracias a una rifa pudimos comprar nuevos instrumentos, porque los viejos ya sonaban a lata». Y quien quiera tocar los nuevos puede hacerlo, y formar parte de la historia de esta banda de música que lleva casi 40 años haciendo disfrutar a los abderitanos y almerienses con su repertorio, que quieren ampliar y mejorar «con mucho trabajo y ensayos».