Ocho pescadores de Adra y uno de Motril denuncian a la empresa que los enroló para pescar en Eritrea
Un patrón, dos contramaestres y cinco marineros de Adra, más un compañero de Motril han vivido una de sus peores pesadillas, a 4.300 kilómetros de sus hogares, de los que salieron con la intención de buscarse la vida ante esta difícil situación económica.
Laura Montalvo
Viernes, 6 de mayo 2016, 12:14
La necesidad les empujó a dejar a sus familias en el sur de España y enrolarse rumbo a Eritrea, reclutados por uno de los patrones ... que ya había estado, para pescar en aguas de Masawa el langostino. «Nos contrató una empresa del Puerto de Santa María, Afrimar Export 2011 S. L., a la que conocía uno de los que venían porque ya había trabajado más veces. Yo era la primera vez que iba, porque aquí no hay trabajo y me hacía mucha falta. Iban a pagarnos 1.600 euros al mes (a los patrones un poco más) durante cinco meses más cien euros de gastos por estar allí», explica Juan Carlos Villegas.
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Es uno de los abderitanos que salieron el 4 de enero desde Adra hasta Eritrea, donde antes de embarcarse estuvieron un par de semanas montando las artes para el arrastre.
«Nos llevamos la red suelta y había que montarla, mientras esperábamos los permisos y el carné para pescar que te dan allí», explica otro de los afectados, Francisco Javier Del Pino. Pero el primer mes de trabajo apenas les ingresaron mil euros, según denuncian, «y exigimos que nos pagaran el resto, pero nos daban largas. Además, nos dijeron que nos habían asegurado pero llamábamos a las familias aquí para que lo miraran y nos decían que no. Luego comprobamos que nos aseguraron el 8 de febrero. Nos tenían engañados».
Los pescadores andaluces estuvieron en dos barcos distintos, Eri 6 y Eri 7, «y fíjate en qué condiciones que yo he perdido seis kilos en menos de dos meses y Javier 14. Comíamos lo que pescábamos, aunque los de Eritrea cerraban con candado las neveras. Hicieron una compra también, pero muy poca comida para la gente que íbamos. Los de allí comían una vez al día».
Durante el tiempo que estuvieron en la mar, unos 15 días, «pescamos 6.000 kilos de langostino, por la noche, y entre 20 y 25 toneladas de pescado, como mero, palometa, pargo, lenguado, etc.». Estaban en barcos de hierro «de unos 26 metros de eslora, de arrastre, lo que en Adra llamamos vacas».
Al final después de tanto exigir, «nos echaron. Pero es que además hubo un problema para volver, ya que nos dieron el vuelo equivocado. Teníamos que salir de Masawa hacia el aeropuerto de Asmara, con cinco horas de autobús».
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Odisea para volver
Pero cuando llegaron, el avión había salido el día anterior, «menos mal que teníamos un contacto allí, estuvimos tirados toda la mañana y luego nos llamaron para que fuéramos a un hotel. No había cónsul español allí y no podíamos denunciarlo. Pagamos nosotros los taxis y la empresa el hotel, en el que estuvimos dos días, y nadie de la empresa vino a auxiliarnos. Ya por fin cogimos el avión hacia El Cairo y de allí a España, a Madrid, pero allí pasamos otra buena», explica uno de los abderitanos.
Y es que según dicen, la empresa les confirmó que habían reservado billetes de autobús desde la capital de España a Adra «pero cuando llegamos a ventanilla nos dijeron que no había nada y entre todos tuvimos que poner dinero para ayudarnos y comprar los billetes, para llegar a casa casi dos días después de haber salido de Eritrea».
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Llegaron a Adra el 24 de febrero, 50 días después de haber salido con un contrato de cinco meses e ilusionados «por poder llevar un jornal a casa, pero nos sentimos robados. Yo quise probar, ya que aquí no había nada, y como me fui con un contrato de trabajo y un buen sueldo me aventuré pero se han pasado el contrato por ahí mismo», denuncia Carlos.
Los pescadores reclaman «el dinero que se nos debe, el despido improcedente y la Seguridad Social».
Por ello han puesto este asunto en manos de un abogado de Adra, Jaime Martín Martín, quien ha informado a este diario que el lunes se interpuso una demanda de conciliación en el CEMAC (Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación) y les han dado cita para el día 21 «y si no se llega a un acuerdo iremos al Juzgado de lo social».
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Eritrea, sueño roto
No es la primera vez que pescadores de Adra se marchan a Eritrea con el sueño de pescar en sus ricos caladeros y ganar un buen jornal que llevar a casa, a la que no vuelven durante meses, y despiertan en una pesadilla.
En 2011 tres barcos de Adra se vieron implicados junto a otros de Motril en una odisea en tierras africanas, tal y como publicamos en este diario el día dos de diciembre de 2011.
Según relataron los marineros, «nos ofrecieron un contrato de ocho meses en el que cada barco cobraría 30.000 euros, más 20.000 para cada marinero. Nos decían que había muchísimo pescado, que se moría de viejo y que según pilláramos podíamos ganar más», relataba Miguel Rubiño.
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El contrato resultó ser un fraude y no vieron un euro. Pero además no había hielo al llegar allí y se perdían las capturas, no podían conservarlas. La empresa que les contrató les dejó sin medio de vida, sin salario y encima tirados en África, ya que no tenían los papeles en regla para volver a España.
En Adra, el bufete de abogados AbderaLex llevó el tema a cinco pescadores que se quedaron sin cobrar tras ir a Eritrea y lo denunciaron. Se ganaron los primeros juicios y con los demás se llegó a acuerdos.
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