Laura Montalvo
Viernes, 6 de mayo 2016, 10:45
No se trata de tres ámbitos educacionales, sino de ir en la misma dirección, que es lo que se pretende por ejemplo con las comunidades de aprendizaje, «una iniciativa de transformación que, desde los centros educativos y a través de la utilización de ciertas herramientas, está focalizada en el éxito escolar y, en la que el proceso de enseñanza-aprendizaje no recae exclusivamente en manos del profesorado, sino que depende de la implicación conjunta del personal del centro educativo y de diferentes sectores: familias, asociaciones y voluntariado. 'Investigaciones internacionales confirman la importancia de la participación de toda la comunidad educativa en la mejora del rendimiento académico del alumnado».
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Así lo explicó hace unos días, esta misma semana, el director general de Participación y Equidad de la Junta de Andalucía, Celso Fernández, quien visitó el IES 'Virgen del Mar', en el municipio de Adra, junto a la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Isabel Arévalo, guiados por el director del centro abderitano, Alejandro Cardona.
Desde 2008
El IES 'Virgen del Mar' de Adra, que tiene 170 alumnos y 23 profesores, es el único centro de la provincia almeriense que desarrolla este tipo de proyecto y pertenece a la red de centros reconocidos como 'Comunidad de Aprendizaje' creada el pasado mes de octubre en Andalucía.
«Pero de hecho nosotros llevamos desde el año 2008 trabajando en esto. Este proyecto de comunidades está basado en el aprendizaje dialógico (consecuencia de un diálogo en el que diferentes personas dan argumentos basados en pretensiones de validez y no de poder.
El aprendizaje dialógico se puede dar en cualquier situación del ámbito educativo y conlleva un importante potencial de transformación social), una línea en la que trabaja en grupo CREA, con sede en Barcelona», explica Cardona. Se basa en criterios como el proverbio africano 'Para educar a un niño se necesita a toda una tribu'. «Todos los miembros de la comunidad educativa tienen opinión y colaboran. Cuanta más gente esté involucrada, más enriquecedor es».
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El director de IES Virgen del Mar explica que este centro abderitano «está catalogado como de difícil desempeño. Comenzamos con la comunidad de aprendizaje en el año 2008, viendo que aquí es muy difícil dar clase, tenemos un alumnado con muchas desventajas sociales, algunos también económicas y vemos que la forma tradicional de dar clase no funciona y hay que probar algo nuevo», explica el director.
Las 'Comunidades de Aprendizaje' se basan en el concepto de escuela inclusiva y en la participación de las familias, de asociaciones de madres y padres, y de otros colectivos relacionados con el centro y su entorno a través de comisiones mixtas con autonomía que aportan voluntariamente sus saberes y su tiempo para la enseñanza y la educación.
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La participación de las familias y de la comunidad educativa incrementa las expectativas de éxito de los alumnos y reduce el fracaso escolar y el peligro de exclusión social. Las iniciativas se fundamentan en el aprendizaje mediante el diálogo igualitario y solidario donde la diversidad se entiende como elemento enriquecedor.
Doble tutor
El IES 'Virgen del Mar' está potenciando los grupos interactivos, la biblioteca tutorizada y experiencias de 'doble tutoría', en la que los alumnos eligen a se segundo tutor.
Se organizan grupos de trabajo con el alumnado dentro del aula, donde voluntarias y voluntarios, como madres y padres, antiguos alumnos o profesorado de otras materias ayudan a la realización de la parte práctica de las tareas que se están realizando en clase. En la biblioteca, voluntarios dedican horas de su tiempo libre a leer y estudiar con los alumnos.
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El proyecto está aprobado hasta el curso 2015/2016, aunque este año, «como el 80% del profesorado ha cambiado estamos en una fase de adaptación, con el conocimiento de la realidad. Es una de las dificultades que nos encontramos: los profesores no eligen este centro, que está lejos de Almería y lejos de Granada y si tienen destino en Adra escogen otro centro y cuando hay cambios hay que empezar casi de cero», argumenta Alejandro Cardona.
Otra dificultad es el cambio del sistema con el aumento de dos horas lectivas para los profesores, «que supone tener un grupo más de clase y no se puede dedicar tiempo a preparar otras cosas. Y a esto se une la crisis, ya no tenemos tantos voluntarios, ya que muchas eran madres de alumnos que se han incorporado al mercado laboral o echan un mano en los invernaderos. En otras comunidades se trabaja con asociaciones, aquí lo hicimos con la asociación de gitanos, es cuestión de verlo».
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Se trabaja con clases heterogéneas de manera que son los propios alumnos los que se van ayudando entre sí a sacar las actividades que se plantean, en grupos de cinco. Por ejemplo en matemáticas se hace un grupo de manera quincenal. Y funciona. Cardona explica que en una prueba de evaluación y diagnóstico los alumnos dejaron en blanco un ejercicio y sin embargo al tratarlo en uno de nuestros grupos sí lo sacaron.
«Una mejora que se ha visto es que es hace un tiempo este centro no llegábamos al mínimo en las pruebas de evaluación pero desde el año pasado lo estamos mejorando, creemos que es por trabajar así».
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