«Cada día que he ayudado a alguien he dormido como un niño»

Tras 34 años de servicio como agente de la Policía Local de Adra y siete en la Policía Nacional, con destino en Cataluña, Miguel Galdeano, muy conocido también en la provincia almeriense por su pasión por el flamenco y dirigir la Peña Flamenca 'Adra La Torre', se ha jubilado. Tras intensas jornadas en su pueblo se está adaptando a su nueva vida.

Laura Montalvo

Viernes, 6 de mayo 2016, 10:41

?¿Cómo lleva la jubilación?

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?Pues no te creas que bien, que me estoy adaptando. Al principio lo pasé muy mal, acostumbrado a no parar, y ahora aunque tengo mis animales, el flamenco, hago cosas de carpintería y tengo un programa de radio sobre flamenco. Pero me ha afectado. Por eso no me resisto a pasar a saludar a mis compañeros, somos una gran familia y me ha dado mucha pena.

?¿De dónde le vino la vocación de hacerse policía? ?Fue por casualidad. Yo me estaba preparando para Guardia Civil, porque con mi 1,69 no tenía la talla mínima de 1,72 para policía, que es lo que pedían. Pero lo bajaron y el profesor me aconsejó que me presentara a la Policía Nacional, en principio no quería pero otros compañeros de Adra sí iban y decidí acompañarlos y la casualidad quiso que ellos no aprobaron pero yo sí.

?¿Siempre ha estado destino en la provincia de Almería? ?No, empecé en el 63 en la Policía Nacional. Tuve la academia en Badajoz, las prácticas en Madrid y siete años en Barcelona. Luego ya salieron dos plazas de Policía Local en Adra, cuando estaba de alcalde Pedro Sarmiento, y conseguí plaza. Desde entonces he estado aquí, 34 años. Cuando estaba fuera vivía conmigo mi mujer, pero ninguno de mis seis hijos nació fuera de Adra, ya que cuando estaba a punto se iba a Adra con la familia.

?¿Es complicado ser agente en su mismo pueblo? ?Hombre, un poco sí, por la confianza con la gente, les conoces. Si se multa a alguien y la familia está mal vienen a pedirte que lo quites y eso no pasa en sitios donde no conoces a nadie. Pero por lo demás muy contento.

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?¿Ha vivido situaciones arriesgadas en su trabajo? ?Afortunadamente no, parece que he tenido suerte. No he tenido momentos muy difíciles. Eso sí, siempre que he podido ayudar a alguien esa noche dormía como un niño, ya no como policía, sino como persona.

?¿Hay alguna actuación que recuerde especialmente, alguna anécdota para no olvidar? ?Hay miles de anécdotas, aunque sí hay algo que nunca olvidaré. Un verano un niño estaba jugando con la pelota en un terrado y no sé cómo lo hizo pero se le fue la pelota y acabó enredado en cables que estaban bajos que le daban corriente y le hirieron. No sé cómo lo hice, porque siempre he tenido vértigo, pero me subí, iba descalzo y logré quitarle de los cables. El niño tuvo varias heridas pero se recuperó, y hoy es un hombre y cuando me cruzó con él me acuerdo perfectamente de lo que pasó.

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