«Un horario tan amplio conlleva restar muchas horas a la familia»

 

Es uno de los negocios más conocidos y reconocidos de Adra. Empezó a andar en 1990 en un local de apenas 50 metros cuadrados y hoy está a punto de superar los 360. Poco queda de aquel locutorio inicial, salvo su carácter familiar y su constancia diaria. Además de acercar la prensa del día a los lectores, es el sitio perfecto para contentar a los niños con chucherías, sorprender a un amigo con un regalo especial o adquirir originales artículos de decoración.

- ¿Cómo fueron los inicios de este negocio?

- Comenzaron mis padres con un locutorio con cuatro cabinas de teléfono y un pequeño espacio para chucherías. Hoy vendemos prensa, libros, artículos de papelería, playa, decoración o regalos. Nos hemos ido adaptando a la demanda del cliente, buscando la exclusividad en determinados productos.

- Después de 24 años y pese a la que está cayendo, el local está en pleno proceso de ampliación. ¿A qué se debe?

- Queremos ofrecer una imagen más fresca. Hemos apostado por la decoración, porque en Adra no hay nada parecido, y queremos tener más presencia a pie de calle. Aunque nosotros también hemos notado la crisis, seguimos innovando para poder seguir manteniéndonos.

- ¿Cómo se ha conseguido hacer de este antiguo locutorio un lugar por el que todos pasan y casi todos entran?

- Además de ofrecer un trato cercano, disponer de un horario tan amplio nos ha beneficiado. Esto no es fácil. Conlleva mucho esfuerzo, restar muchas horas a la familia para dedicarlo al negocio y tener siempre ganas de mejorar. Cambiamos una vez al mes nuestro escaparate que para nosotros es la mejor publicidad.

- Desde su punto de vista, ¿qué cualidades debe reunir una persona que decida embarcarse en una aventura empresarial?

- Tener paciencia, dedicación continua, buscar las necesidades de sus clientes y adaptarse a ellas.

- Con independencia de los beneficios económicos, ¿compensa tanto esfuerzo?

- En mi caso, sí. Me quejo de que trabajo muchas horas, pero he conseguido continuar con lo que mis padres empezaron en su día y, además, ampliarlo con cosas diferentes. El trato directo con la gente que entra a diario, que es mucha, también me enriquece mucho.