"La Corona: lo que va bien no se toca"

 Artículo 1 de la Constitución Española de 1978: «1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria».

Estamos en tiempos revueltos, producidos unas veces, por la grave crisis económica que viene sufriendo nuestro país, que se llama España, en la que muchos compatriotas están sufriendo auténticas penurias para salir adelante. Ello ha provocado que surjan algunos grupos minoritarios que se arrogan la voluntad de todos los españoles (llámese anarquistas, izquierda bolivariana, ultraizquierda, etc,,) traigan a la actualidad algunos fantasmas del pasado, pidiendo la III República, que o se vota democracia, o se vota monarquía, como antítesis de la primera; confunden los términos, pero a esa gente le da igual la mentira; otros están por abandonar la piel de toro y quedarse aislados al margen de la Ley.

Todos estos grupos, muy minoritarios, no representan ni un 10% de la población, pero hacen mucho ruido, usando la violencia en ocasiones, y van sembrando donde es mas fácil, en los jóvenes de este país, y ello, debido a que sus argumentos venden de las tertulias de televisión y distintos medios o redes sociales, lenguaje con mensajes utópicos y algunos imposibles; recordemos por ejemplo, la toma de la Plaza del Sol de Madrid, y grupos como Rodea el Congreso, o los episodios del Barrio del Gamonal o estos últimos días en Barcelona.

Por suerte para la gente de bien, los que somos más, el pueblo español está en otra onda, está por la estabilidad, por la educación de sus hijos, por encontrar un empleo, por su bienestar, por su futuro, por tener una sanidad digna, una vivienda, una jubilación buena, por una seguridad y el bienestar en definitiva. Estos días, partidos políticos como PP, PSOE y UPyD, han votando a favor de la Ley Orgánica de Abdicación de S.M. don Juan Carlos I, lo que denota que nuestros líderes políticos saben estar en estos momentos, porque los asuntos de Estado, son importantes para nuestra convivencia en Paz; otros han hecho el ridículo más espantoso en las Cortes, lo que denota su propia torpeza y pésima educación, olvidando que ellos también son nuestros representantes y que están ahí gracias a las Constitución del 78.

Los españoles, no es que seamos monárquicos, sino que mas bien, somos «juancarlistas», agradecidos a un personaje de la historia que nos vino desde el antiguo régimen, que reinó y que supo reinar, ganándose a su pueblo, y renunciar a sus plenos poderes heredados y otorgados por obra y gracia de Franco, y que supo leer el momento aquel con miras de futuro; transformó junto a otros políticos a esta España nuestra, trayendo la democracia, la libertad, para unos y para otros, para las mayorías y para las minorías. No juzguemos solo los últimos affaires de don Juan Carlos, porque sería injusto.

Hemos vivido 36 años de avances económicos, sociales, culturales, en materia de educación, en libertades, en bienestar, en infraestructuras, etc., donde se ha conseguido en definitiva la transformación de nuestras regiones, ciudades, de nuestros pueblos, de nuestra gentes, donde las reglas están claras.

La Corona, no es más que un símbolo de unión entre todos nosotros, ella no dirige la nación, ni su política, ni toma decisiones, ni hace leyes, ni tiene la culpa de lo malo que nos ocurre. En cambio nos ha dado estabilidad, y es nuestra mejor embajadora en el exterior, por eso, lo que va bien, no se debe tocar, y menos aún, ahora que tendremos al que dicen «Rey mejor preparado de la historia», aprovechémosle, para salir todos juntos de este túnel del que poco a poco, se ve la luz, con el esfuerzo de todos, a fin de conseguir lo que nos propongamos.

A los que ponen zancadillas, a los violentos, y resto de antisistemas, nacionalistas, etecétera, allá ellos, la historia les juzgará como lo que son: antiespañoles y antisociales.