«La mejor época de mi vida es la de jubilada: vivo feliz mirando al mar»
Margarita Díez, bilbaína afincada en Adra
María Torres
Viernes, 6 de mayo 2016, 11:49
Se llama Margarita, es de Bilbao y reside en Adra desde hace 12 años. Tras jubilarse, decidió asentarse en este rincón de la costa de Almería para pasar el resto de su vida. Lo hizo, principalmente, por salud. Hoy reconoce que ha encontrado la felicidad junto al mar.
- ¿Cómo llega una bilbaína a Adra?
- El destino. Hace años visité una feria de muestras en Bilbao y unos promotores turísticos me ofrecieron comprar un apartamento en Adra. Tenía playa, buen clima y acepté. En principio, solo lo quería para pasar pequeñas temporadas. Como siempre he sido muy 'negocianta', compré también un ático a modo de inversión. Cuando me di cuenta de lo que me aportaba vivir aquí, vendí el apartamento para quedarme a vivir en el ático y fijar mi residencia en Adra.
- ¿Qué le aporta vivir en esta localidad costera?
- Salud. He sufrido tres operaciones y, durante los más de 30 años que he vivido en Bilbao, he pasado dolor. Aquí no me duele nada, tengo una casita muy armoniosa donde vivo con mi hija y las mejores vistas que te puedas imaginar. Vivo feliz mirando al mar.
- ¿Cómo es su vida en Adra?
- Muy tranquila. La mejor época de mi vida es la de jubilada. Me encanta leer y disfruto mucho del mar y de mis amigas que, por cierto, tampoco son de aquí, pero viven en Adra. A veces, cojo el coche y nos escapamos a Almería que es una ciudad que me gusta también. Yo estoy muy a gusto aquí.
- ¿Echa de menos Bilbao?
- El ruido de la ciudad, no, pero a mis nietos, sí. El mayor, que tiene ocho años, disfruta como nadie de este sol y esta luminosidad. Tiene problemas respiratorios y pasa mejor los inviernos cuando viene a verme en verano. Está deseando venir.
- A lo largo de estos 12 años, ¿cómo ha cambiado Adra?
- Cuando vine por primera vez, Adra tenía mucha más vida. Desde que cerraron el hotel Mirador de Adra, hay menos gente de fuera y eso se nota. Tampoco hay nada para personas de mi edad. Antes había teatro, espectáculos de ballet... La crisis tiene parte de culpa.
- Dicen que la gente del sur tiene un carácter muy distinto a la gente del norte. ¿Qué hay de cierto en eso?
- Hay de todo en todos lados. En Bilbao hay gente muy atenta y hospitalaria, pero yo aquí también me siento muy apreciada. He conocido a gente muy maja, generosa y amable.
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