Detienen en Dalías al supuesto agresor de la mujer que murió ayer apuñalada en Berja

Los hechos ocurrieron sobre las siete menos cuarto de la mañana de ayer. Un vecino alertó de los «gritos» a una patrulla de la Policía Local que merodeaba por la zona. Los agentes encontraron en el segundo piso de este bloque de viviendas oficial a una mujer herida «por arma blanca». Aunque se demandó asistencia sanitaria de inmediato, María del Carmen sufrió una parada cardiorespiratoria y falleció minutos después. Agentes de la Guardia Civil informaron de lo ocurrido a su hijo a las puertas de su domicilio, cuando regresaba de disfrutar de una noche de feria, y establecieron un dispositivo de búsqueda del supuesto agresor por Berja y por las localidades más cercanas.

Separada y madre de un joven de 20, María del Carmen recibía constantes amenazas de muerte por parte de supuesto agresor. Las llamadas de teléfono eran diarias y llegó a sentirse «perseguida y vigilada» por este ciudadano de origen marroquí acusado hoy de su muerte. «Llegó a sentir miedo porque la molestaba mucho, a su hijo también, y decidió poner una denuncia», explicó ayer a IDEAL su madre, traumatizada por la muerte de la mayor de sus cuatro hijos. Tras la celebración de un juicio rápido, dos días después de finalizar el arresto domiciliario al que fue condenado y con la orden de alejamiento impuesta por el juez aún vigente, el presunto autor de los hechos siguió a María del Carmen hasta su casa y decidió acabar con su vida. Posteriormente, desapareció de la escena del crimen y se dio a la fuga. Los agentes de la Guardia Civil han conseguido detenerlo esta mañana en Dalías. Ella será enterrada mañana en Berja a las siete de la tarde.

Un trágica noche de feria

El suceso ha coincidido en el tiempo con la celebración de las fiestas patronales de Berja. Según el testimonio de sus familiares, María del Carmen pasó la madrugada del sábado con una prima, disfrutando de la feria de la localidad. «A las seis de la mañana ya no la vi más», comenta esta familiar. «No sabemos si él tenía llave o lo tocó a la puerta, solo ellos saben lo que pasó dentro», apostilla un vecino.

En cualquier caso, Berja amaneció ayer teñida de negro. La calle Ramón y Cajal, donde tuvo lugar el crimen, se convirtió en un hervidero de gente a primera hora de la mañana. Vecinos y familiares de María del Carmen, hija de una conocido empresario taurino fallecido hace apenas unos meses, acudieron al domicilio para conocer qué había pasado en el interior de la vivienda. El panorama era desolador y, pese a sus ruegos, los agentes impidieron el paso a la madre y al hijo de la víctima. De forma paralela, comenzó el despliegue de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para encontrar alguna pista que pudiera facilitar la localización del primer sospechoso. «Después de matarla se ha ido a su casa, se ha cambiado de ropa y se ha largado», asegura un familiar cercano. «Además, ha llamado a una prima de Mari Carmen para confesarle que la había matado y que también la iba a matar a ella por meterse en su relación», afirma.

Una relación inexistente, a juicio de la madre de la fallecida. «Ellos nunca han tenido una relación formal, no han vivido nunca juntos ni él ha entrado nunca a su casa», aclara. «Se conocieron a través de uno de mis hijos porque trabajaban juntos en un invernadero, tuvieron una amistad, pero ella le dijo que no quería nada con él y ahí empezaron las amenazas y el acoso», matiza. «Sabía siempre dónde estaba mi hija, si salía a comprar tabaco o si hablaba con cualquier muchacho y, luego, se hacía con el número de teléfono de ellos para advertirles que Mari Carmen era su novia y era mentira», asevera. Desconsolada, la madre de la que se ha convertido en la octava andaluza que muere como consecuencia de la violencia de género no da crédito a lo ocurrido. «Pensábamos que, tras la denuncia, todo acabaría ahí, pero nos equivocamos», lamenta con lágrimas en los ojos.

La última llamada

La presentación de la correspondiente denuncia por acoso y amenazas no fue suficiente para evitar la muerte de esta virgitana de 41 años de edad. Su agresor quebrantó la orden de alejamiento en varias ocasiones y así se ha confirmado tras conocer el registro de llamadas del teléfono móvil de María del Carmen. La última tuvo lugar poco antes de morir, sobre las seis de la madrugada, cuando registró varias llamadas procedentes de una cabina de teléfono muy próxima a su vivienda. Fuentes cercanas a la investigación apuntan a que el autor de estas llamadas fue el presunto autor de su muerte sobre el que pesa una orden de alejamiento desde hace dos meses.

La madre de María del Carmen explicó ayer a IDEAL que, durante la Noche de San Juan y pese a la fuerte lluvia que caía en Berja, este ciudadano de origen marroquí esperó «debajo de un balcón» a que su hija regresara a casa de madrugada. «Iba acompañada por su primo y su hermano, y él se escondió debajo de un coche hasta que fue descubierto y tuvieron que llamar a la Policía». «A mi hija le costó mucho demostrar lo que estaba sufriendo ante el juez porque casi siempre se producía por teléfono y sin testigos», lamenta. «Me han matado a mi muñeca».

Día de luto

El Ayuntamiento de Berja ha manifestado su «máxima repulsa y condena por este nuevo caso de violencia de género». La corporación municipal decidió ayer continuar con las fiestas patronales en honor a la Virgen de Gádor, que comenzaron el pasado miércoles y concluyen hoy, y guardar un minuto de silencio en cada acto público en memoria de María del Carmen Marín. Las banderas ondean a media asta y hoy es día de luto oficial. El alcalde de la localidad, Antonio Torres, afirma sentir «indignación» por lo ocurrido. «Sueles ver este tipo de casos por televisión, piensas que nunca te va a tocar vivir uno de cerca, pero realmente de esta lacra no se libra nadie», declaró ayer a IDEAL poco después de conocer el fallecimiento de María del Carmen.

La corporación municipal del consistorio virgitano emitió un comunicado de prensa para anunciar su «solidaridad con el dolor de la familia y todos lo que se sentían cercanos a ella». Asimismo, exige «unidad» entre todas las administraciones para conseguir medidas de protección «más efectivas» que las actuales «porque desgraciadamente siguen ocurriendo casos de violencia de género».