"La Iglesia somos todos"

El pasado sábado 11 de abril tuve el honor de asistir a la I Gala de Primavera organizada por la parroquia de La Inmaculada de Adra, y que llevaba como lema 'La iglesia somos todos'.

El motivo de esta gala ha sido recaudar fondos para pagar las reformas de la instalación eléctrica, iluminación, pulido de suelos y pintar íntegramente el templo en su interior. Los grupos que actuaron en la gala fueron todos de Adra: En clave de fa, Adra baila, Coro Sueño rociero, Grupo municipal de baile Zambra, Coro Virgen de las Angustias, Escuela de baile Bruce y Cia Rond de Jambe, Coro infantil Pedro Mena y unos presentadores de lujo Felipe Toledano y Mari González.

Han pasado los días y aún sigo saboreando el buen ambiente que se disfrutó en este espectáculo 100% abderitano, que podía haber tenido lugar perfectamente en Broadway. He podido comprobar la gran calidad humana y artística de los abderitanos y abderitanas. Mi sentimientos son de profundo agradecimiento a todas las personas que han colaborado poniendo tanto arte y cariño en un espectáculo que consiguió recaudar casi 2000 euros, pero lo que más se recaudó fue un gran ambiente de familia y de hermandad. Los artistas pequeños y mayores pusieron todos sus talentos encima del escenario y se les veía que estaban como en el salón de su casa. Ha sido para todos los espectadores un gran regalo asistir y disfrutar de esta gala y creo que ha nacido en el ambiente artístico y vecinal de Adra una nueva cita anual, la Gala de Primavera "la iglesia somos todos".

Se pudo experimentar durante casi más de dos horas que la iglesia somos todos, los que vamos más a la parroquia y los que pusieron su talento y su tiempo al servicio de la reforma del templo. Hemos hecho lo que tanto nos insiste el Papa Francisco "armar lío" y salir a la calle a mostrar que ser católico y formar parte de la iglesia es una maravilla y que se demuestra bailando, cantando, riendo y rezando... entre otras cosas.

Como párroco de la Inmaculada de Adra, desde el 31 de agosto del 2014, es un honor estar en este pueblo y en esta parroquia para hacer la Iglesia, que no es cuestión de ladrillos ni de cemento sino de personas que han sido bautizadas en la fe cristiana y que quieren hacer la voluntad de Dios en su vida diaria, para vivir las bienaventuranzas que Jesucristo nos enseñó. Como abderitano recién llegado os digo de nuevo y mil veces ¡ gracias ¡ contáis con mi oración cada día por todos y cada uno de los abderitanos y abderitanas y os pido que recéis por mí para que sea un buen cura para este pueblo, como tantos y buenos sacerdotes que han ido pasando a lo largo de los años.