«La crisis me obligó a reciclarme y a apostar por lo que me gusta realmente»

Juan García decidió hace seis años poner un punto y aparte en su vida. Este virgitano cortó por lo sano y apostó por hacer de su pasión por la fotografía una profesión. Su aventura empresarial nació en plena crisis económica y, pese a vivir en época de vacas flacas, consigue extraer lo positivo del momento. - ¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente a la fotografía? - Con 14 años ya manejaba mi cámara de fotos y siempre me ha gustado la fotografía. Empecé como un aficionado, pero con el paso del tiempo la fotografía me empezó a gustar cada vez más, hacía mejores fotos, me especialicé y, hace seis años, decidí dar el salto a nivel profesional. Monté mi estudio, Barbero Fotografía, y aquí sigo. - ¿Qué reflejan las fotografías de Juan García? - Depende de lo que capte. Si es un niño, busco esa mirada dulce. Intento conectar con el pequeño para que esté relajado durante la sesión de fotos. Aunque es complicado, mi objetivo es sacar esa parte bueno que en un principio los niños suelen esconder. - ¿Y cómo te los ganas? - Me dicen que tengo un don especial con los críos, pero la verdad es que me encantan los niños. Disfruto al tratar con ellos y suelo conectar con su forma de ver el mundo. - ¿Cómo ha afectado la crisis a tu negocio? - A la crisis no le reprocho nada porque me ha servido para hacerme a mí mismo. La crisis y las dificultades me han obligado a reciclarme y, al mismo tiempo, me han empujado a apostar por lo que me ha gustado siempre realmente que es la fotografía. Me ha ayudado, sinceramente, a ver lo que me llenaba realmente. Yo vengo de otro sector, pero cada día que pasa estoy más contento. - ¿Qué busca el cliente que visita su estudio? - El cliente busca un trato cercano y yo busco a un amigo en cada cliente, con independencia de que se trate de un reportaje social, una boda, un bautizo o una comunión. En cualquier caso, siempre ofrezco un amplio abanico de posibilidades y de presupuestos para adaptarme a cualquier persona. - ¿Qué es lo que más le gusta de la fotografía? - La satisfacción que siento al ver la cara de felicidad de un niño durante una sesión fotográfica. Las primeras fotos no sirven para nada, pero después compruebas cómo el niño se ilusiona, sonríe y se divierte. También me gusta ser testigo directo de la felicidad de unos novios en el día de su boda, eso también es especial. - ¿Y lo que menos? - De la fotografía me gusta todo.