«Antes se miraba y valoraba mucho más el caché de un buen peluquero»

Sonia Briones es madre, trabajadora y empresaria. Hace apenas 20 días, se lanzó a la piscina como gerente de una nueva peluquería en la zona de poniente de Adra. Se llama S&B y es su primera aventura empresarial. - ¿Qué le ha empujado a emprender? - Hemos empezado hace muy poquito con la motivación generar trabajo y de poder seguir cotizando. Siempre me he dedicado a la rama comercial y llevo poco vinculada al sector de la peluquería. Yo soy la gerente y he contratado a una peluquera. Hemos apostado por esta zona de Adra, que es muy amplia y alejada del centro, porque somos de aquí y creemos que lo necesita. Es una peluquería unisex, para hombres, mujeres y niños, también en las depilaciones. - ¿Podría hacernos un primer balance de esta puesta en marcha? - Vamos despacio, pero vamos bien. Aprendiendo a andar para luego salir corriendo. - ¿Cuáles son sus expectativas? - Me gustaría jubilarme en esta rama. Mantener el empleo que genera y, cuando mi hija sea mayor, abrir otra. - ¿Se considera una valiente por emprender con los tiempos que corren? - Sí. He financiado el negocio con algo de paro que me quedaba y el resto ha sido financiación propia. No he tenido más ayudas y no ha sido fácil abrir un negocio terminando peluquería y contratar a una persona de forma indefinida y a tiempo completo. - ¿En qué medida afecta la crisis a este sector? - En verano, la crisis se acentúa. Salvo las personas mayores, la gente va a la playa y se arregla menos. Se mira el céntimo. Se prefiere ahorrar, aunque te trasquilen. Antes se miraba y valoraba mucho más el caché de un buen peluquero. - ¿Cómo se distingue S&B de la competencia? - El servicio que prestamos es muy bueno. Nos adaptamos a los horarios del cliente con precios asequibles y seguiremos con las promociones. Estableceremos descuentos en días puntuales de la semana para cortes, peinados o tintes. Promociones que irán cambiando para dar cobertura a todo lo que ofrecemos: cambios de imagen, depilaciones láser, ceras, etc. Traer a un amigo y premiarlo con descuentos... En definitiva, buscamos darnos a conocer. También miramos los detalles y tenemos una zona de juego infantil para que los niños no jueguen con los rulos, algo que pone muy nerviosas a las peluqueras, y sus madres no se sienten incómodas sino que estén tranquilas.