«Cuando haces las cosas con pasión, el sacrificio siempre recompensa»

Reconoce que tiene don de gentes y que ama su profesión. Se lo demuestra a diario a los pacientes que acuden al centro de fisioterapia y rehabilitación Abdera, el negocio que puso en marcha en la calle Paseo de los Navegantes de Adra hace cuatro años. - ¿Qué le motivó a emprender? - Una mala experiencia profesional. Introducirte en el sector no es fácil y entonces probé a hacerlo por mí mismo. Aproveché la ayuda de mi familia y con mucho esfuerzo y trabajo sigo aquí. El negocio no sólo ha cumplido con las expectativas sino que las ha superado. Es cierto que necesita mucha dedicación y te obliga a seguir aprendiendo, como cualquier otra rama sanitaria, pero cuando haces las cosas con pasión, el sacrificio siempre recompensa. - ¿Cómo ha evolucionado el centro médico? - Abrimos hace cuatro años como una clínica de fisioterapia y hoy contamos con un equipo de profesionales multidisciplinar. Somos un centro polivalente que abarca rehabilitación, psicología clínica, nutrición, dietética, acupuntura y depilación láser. Actualmente estamos implantando nuevos tratamientos de fisioterapia avanzada y estamos a la espera de recibir un equipo 'EPTE' y un ecógrafo para ofrecer tratamientos ecoguiados. También trabajamos el electrofitness, que es el método de adelgazamiento de los famosos. Equivale a cinco horas de gimnasio y quemas hasta 3.000 calorías. No obstante, estamos muy concienciados con la prevención primaria de la obesidad y la tratamos con profesionales de distintas ramas. - ¿Cómo mima su negocio para que siga creciendo? - Mi objetivo es tratar patologías y dolencias de forma personalizada y profesional, escuchando al paciente y comprendiendo sus problemas. Es muy importante hacer lo posible para mejorar su calidad de vida con profesionalidad y cercanía. - ¿Cómo combate la crisis? - Con precios competitivos, pero sin reducir la calidad en la atención que prestamos. - ¿Ambos conceptos son compatibles? - En una profesión vocacional como la mía sí es posible. No puedes regalarle nada a nadie porque tienes que cumplir con los pagos, pero hay que intentar ajustar los precios al máximo.