La lonja de Adra, un recurso turístico sin explotar

La lonja abderitana es un diamante en bruto para el incipiente turismo de la localidad. Pese a su innegable atractivo turístico, el acceso al recinto está reservado en exclusiva al personal autorizado. Y no sólo los turistas se quedan con las ganas de presenciar la descarga diaria de pescado y su posterior subasta sino también lo marineros ya retirados que han pasado toda su vida junto al mar. Consciente de esta situación, el Ayuntamiento de Adra se ha comprometido a estudiar una fórmula para su explotación turística. La iniciativa, anunciada en épocas de vacas gordas por anteriores equipos de gobierno y relegada al fondo del cajón con el inicio de la crisis, retoma fuerza. Desde el Grupo Municipal Socialista se apuesta por estudiar la viabilidad de un proyecto elaborado por la Asociación de Productores Pesqueros para tal fin. Consiste en la construcción de una «pasarela o grada» en la que poder contemplar el proceso, sin entorpecer la actividad comercial de la lonja y respetando la normativa sanitaria que exige la ley. La Asociación de Productores Pesqueros, a quien pertenece la gestión de la lonja, se haría cargo del mantenimiento y de la limpieza de esta nueva infraestructura así como de guiar a los visitantes en su recorrido por la lonja abderitana. El principal grupo de la oposición trasladó esta petición a pleno en forma de moción y consiguió el respaldo unánime del resto de los partidos políticos que conforman la corporación municipal. PP, PSOE, Plataforma y Ciudadanos incluyeron la explotación turística de la lonja en su programa electoral y todos, sin excepción, coinciden en las posibilidades turísticas de la lonja. «El problema es económico», concretó el alcalde, Manuel Cortés.