Adra hace limpieza en la playa La Gaviota y retira 1.800 kilos de plástico agrícola
Alrededor de treinta personas se dieron cita el pasado
domingo en la playa La Gaviota de Adra para hacer limpieza.
Convocados por Promar, asociación para la defensa de la fauna
marina, retiraron con sus propias manos 2.400 kilos de residuos en
apenas una mañana y, con este gesto, evitaron su desembocadura en
el mar. El 75 por ciento de lo recopilado era plástico de
invernadero.
La elección de La Gaviota no fue casual. «Es el punto negro de la
costa de Adra. En esta playa desemboca una rambla que está rodeada
de invernaderos», aclara Francisco Toledano, coordinador de
Promar. A los 1.800 kilos de plástico agrícola, se sumaron 200
kilos de escombros de obra y 75 envases de fitosanitarios. Tras la
limpieza se contabilizaron 195 botellas de plástico, 120 unidades
de madera de distinto tamaño, 68 latas de bebida y 30 botellas de
cristal. Los vecinos que acudieron a la llamada de Promar también
recopilaron envases de cartón, calzado, restos de muebles,
neumáticos, cajetillas de trabajo y hasta un bidé.
Una jornada familiar
Con un descenso brusco de las temperaturas y algunas
precipitaciones aisladas, la del pasado domingo no fue la jornada
más idónea para lanzarse a la playa a recoger basura. Sin
embargo, la iniciativa de Promar logró convocar a diferentes
generaciones. El alcalde, Manuel Cortés, y el edil de Medio
Ambiente, César Arróniz, también participaron de forma activa en
la recogida. «Se convirtió en una jornada familiar y para
nosotros eso es una buena noticia porque los niños son el mejor
caldo de cultivo para que en un futuro esto se resuelva», apunta
Toledano.
Mientras tanto, Promar apuesta por potenciar las campañas de
concienciación entre los agricultores e incrementar las
infraestructuras para la recogida de residuos agrícolas. «Las
ramblas se usan como invernaderos. Toneladas de basura campan al
aire libre, creando focos insalubres que acaban en el mar»,
advierten desde esta asociación empeñada en proteger la fauna
marina. «Aunque se ha avanzado mucho en este sentido en los
últimos años, aún queda mucho por hacer», concluyen.
María Torres
Viernes, 6 de mayo 2016, 10:22
Del mar a la mesa
El plástico que se arroja al mar puede terminar en nuestra mesa.
Cada vez son más numerosos los estudios que avalan la aparición
de 'microplásticos' en el pescado que consumimos. En la mayoría
de los casos es imperceptible. Se calcula que alrededor de ocho
millones de toneladas de plástico se vierten al mar cada año.
«El mar Mediterráneo es un punto especialmente sensible en este
sentido porque es un mar cerrado», apuntan desde Promar. «Hace un
par de años apareció en Motril un cachalote con mil kilos de
plástico en su estómago», recuerdan. Promar ya no sólo está
preocupado por la salud de las especies marinas, sino que también
advierte del proceso de degradación que registra el plástico en
el mar, residuos que finalmente son ingeridos por los peces que
sirven de alimento a la especie humana. Este hecho cobra especial
relevancia en la provincia de Almería donde la agricultura
intensiva bajo plástico genera un volumen importante de
residuos.
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