Estudiantes del IES Emilio Manzano de Laujar reparten más de 300 millones de euros en la Alpujarra

Otro vecino de Laujar, padre de dos hijas universitarias y en situación de desempleo, guardaba en su cartera dos décimos premiados con el Gordo de la Navidad. Desde ayer, mira el futuro desde otra perspectiva. También lo hace Paqui, otra laujareña que compró a su sobrina un décimo "casi por compromiso". Vicente, el dueño de un conocido bar de la Plaza del Mercado de Laujar, adquirió dos décimos del número premiado. Uno lo regaló a su camarero. "Vinieron los niños a vender y les compré, angelicos", decía ayer mientras abría una botella más de champán para celebrarlo. A Rosa los alumnos del instituto también le despertaron cierta ternura y compró. "Me servirá para ayudar a mis hijos que los tengo todos en paro y uno de ellos, incluso, lleva un décimo premiado", comentó a IDEAL.

Sus testimonios son sólo un ejemplo. "Hay familias en las que ha tocado hasta dos millones de euros. El padre, la madre, la hermana, la suegra... casi todos llevan el Gordo", asegura Almudena Morales, alcaldesa de Laujar, a quien también le ha correspondido "un pellizco" del sorteo. Mejor suerte ha tenido su teniente de alcalde, Agustín Cabrera, que invertirá los 400.000 euros conseguidos en "comprar una casa y renovar mi coche".

Alcolea

Otros municipios como Fondón, Alcolea o Canjáyar también se vieron ayer sorprendidos por la llegada del Gordo gracias a los jóvenes que cursan sus estudios en el IES Emilio Manzano de Laujar. En localidades como Alcolea se repartieron casi un centenar de décimos premiados. Entre los afortunados, el acalde, Antonio Ocaña, y decenas de familias. "Los 200.000 euros que me han tocado irán para cubrir la hipoteca de mi casa", afirmó ayer el primer edil mientras celebraba con sus vecinos la noticia. Ocaña se estrenó como primer edil el pasado mes de junio. La puerta del Ayuntamiento se convirtió ayer en el lugar de celebración elegido por la mayoría de los agraciados. "Nunca me ha tocado nada, es la primera vez, y no me lo puedo creer todavía", reconoce María Rosa. Carmen, otra alcoleana premiada con 400.000 euros, asegura convencida que compartirá el premio: "Yo para qué quiero tanto si ya estoy viuda. Ayudaré a mis hijos".

La celebración de ayer se extendió por núcleos de población como Fuente Victoria y por municipios de apenas 400 habitantes como Canjáyar. En esta localidad la suerte sonrió a dos familias en riesgo de exclusión social a quienes el Ayuntamiento les ofreció hace poco más de un año una vivienda sin gastos de alquiler. En Fondón, la suerte visitó las instalaciones de destacadas empresas como Solfrío.

La otra cara

Los alpujarreños no agraciados con el Gordo de la Navidad también se sumaron ayer a la celebración. Es el caso de José Luis, gerente de la cerveza artesanal La Cala, que vivió la fiesta como uno más. Rozó la suerte e incluso rechazó en dos ocasiones el 79.140. "No compré ningún décimo porque no compro lotería", justificó. Pese a todo, este laujareño estaba "nerviosísimo y emocionadísimo" porque dos amigos suyos sí estaban entre los afortunados. "Les ha solucionado la vida", reconoció. "Espero que el Gordo sirva para que el pueblo empiece a consumir más cerveza", ironizó.

Algunos vecinos de Laujar aún no han hecho las cuentas de lo que este Gordo ha dejado en su casa, pero todos hicieron ayer de la Plaza Mayor de la Alpujarra una fiesta de emoción desbordada y alegría compartida.

Italia, un destino con suerte

La jornada de ayer fue especialmente emocionante para los alumnos del instituto de enseñanza secundaria Emilio Manzano de Laujar. De sus manos salieron 780 décimos premiados con el Gordo de la Navidad. Eli, una joven de Laujar, repartió diez décimos entre su familia. "Estoy muy contenta. Quizá cambiemos de destino y en lugar de Italia nos vayamos a Nueva York", bromeaba. Soledad logró vender 19 boletos premiados con el 79.140 en la localidad vecina de Alcolea. Ayer abrazaba sonriente a su familia y a sus amigos. Italia les espera el próximo verano y la suerte está de su lado.