Adra solicita más de seis millones a la UE para «multiplicar por tres» su impacto

Prioridades Alcanzar un «crecimiento inteligente, sostenible e integrador» es el fin último de un plan que responde a las metas establecidas por la Unión Europea hasta 2020. El documento concreta los objetivos que se plantea asumir en los próximos años y marca para ello unas prioridades. En materia económica, el principal reto es reconvertir y diversificar el tejido productivo de Adra para consolidar y mejorar su estructura. Se busca desarrollar «nuevas oportunidades de negocio» para crear empleo y en este punto el foco de atención recae en el potencial turístico de Adra.

Además se potenciará el «comercio de proximidad» como una de las claves consolidar para el desarrollo económico sostenible. Por otro lado, el plan concentra parte de su interés en mejorar la «conectividad» en la localidad a través de la aplicación de las nuevas tecnologías a la administración electrónica. En este sentido, se busca minimizar los desplazamientos con lo que se ahorra energía y tiempo. También se puede aprovechar para mejorar los servicios públicos y facilitar la participación ciudadana.

El Plan Estratégico de Desarrollo Urbano Sostenible apuesta de forma expresa por el medio ambiente, dibujando alternativas para reducir los gases efecto invernadero, y también por las zonas más desfavorecidas de Adra. Se aboga por materializar proyectos que renueven y modernicen las zonas públicas, también con «proyectos antisegregación y aquellos que favorezcan la inclusión social». Por último, recoge iniciativas para «desarrollar el talento de los residentes», estimulando la educación, la formación profesional y un «entorno emprendedor» favorable, adaptado a Adra.