Cuando la atención y el respeto no tienen precio
La residencia Ciudad de Adra abrió ayer sus puertas
para mostrar a vecinos y visitantes la labor diaria que desempeña
con quienes ya sólo necesitan atención, respeto y compañía.
En una jornada de puertas abiertas, que contó con la ayuda de
voluntarios de Cruz Roja y alumnos del módulo de Integración
Social del IES Gaviota, los mayores confeccionaron manualidades,
jugaron a la petanca y compartieron sonrisas. La actividad se
enmarca en la primera Semana de las Personas Mayores que ha
organizado conjuntamente el Ayuntamiento y la empresa Clece,
encargada de gestionar la residencia y el servicio de Ayuda a
Domicilio en Adra.
Con el cien por cien de sus plazas cubiertas, 24 personas
trabajan en un edificio con 37 usuarios. Una docena lo visita
también en horario de mañana. Su directora, María Luisa
Berenguel, apuesta por cambiar el «concepto de residencia» que
concibe la sociedad actual y por la «calidad del servicio» como
seña de identidad.
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