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Condenan a un 'falso podólogo' de Berja

El Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Berja ha condenado a un hombre, cuya identidad no ha trascendido, por ejercer de podólogo en la localidad sin disponer de la titulación necesaria. Un caso de intrusismo, denunciado en por el Colegio de Podólogos de Andalucía, que se ha saldado con una sentencia firme a favor del colectivo. El juez ha condenado al intruso a pagar 3.500 euros y ha obligado a eliminar cualquier referencia publicitaria. Según ha informado la institución colegial, el Juzgado ha declarado probado que el falso profesional, quien reconoció los hechos, realizaba labores propias de la podología y se publicitaba sin estar en posesión de la titulación académica. La actividad, ejercida en un centro de Berja, «no constaba de alta como centro sanitario sino como peluquería y estética». La querella por delito de intrusismo profesional, tipificado en el artículo 403 del Código Penal, se presentó hace un año y se ha saldado con la obligación de abonar «por un lado, ocho meses de multa a razón de cuatro euros diarios, cerca de 2.000 euros, y por otro, 1.500 euros como indemnización al Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía». Se trata, según el colectivo, de la segunda sentencia favorable por intrusismo que el colegio logra en la provincia de Almería. La primera se consiguió hace cinco meses en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Huércal-Overa «por la que se condenó a prisión a otro falso profesional».

María Torres

Viernes, 6 de mayo 2016, 10:47

La lucha contra el intrusismo y la ilegalidad en el ejercicio de la profesión son dos prioridades del Colegio de Podólogos que preside Jorge Barnés en Andalucía. Actualmente la institución mantiene abiertos en los juzgados de las provincias de Almería, Málaga, Cádiz, Granada, Córdoba y Sevilla una veintena de casos.

Más control Los casos de intrusismo, a juicio de Barnés, no sólo perjudican a los profesionales titulados y colegiados sino al conjunto de la ciudadanía que pone su salud en manos de personas no preparadas. «Casos especialmente serios como el pie diabético puede derivar en graves complicaciones cuando son tratados por individuos sin titular y que por tanto, ni poseen ni dominan las competencias de un podólogo», advierten desde el colegio. En este sentido, el colectivo pide que se incremente el control y la vigilancia por parte de la Fiscalía y a las fuerzas de seguridad del Estado . «El 80 por ciento de las denuncias del sector se refiere a prácticas de intrusismo, de las que la mayor parte no son investigadas, si el Colegio no aporta las pruebas, lo que es sumamente difícil para una corporación profesional dadas las circunstancias en que se comete este delito», apunta el jefe de la asesoría jurídica del Colegio de Podólogos, Antonio Sánchez. Desde el colegio se recomienda a los ciudadanos que observen la placa oficial de colegiación, que « debe estar visible en la consulta de podología», para evitar posibles fraudes por intrusismo.

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