Un colegio de Adra 'declara la guerra' a las zapatillas con ruedas

Están de moda. A caballo entre el calzado deportivo y los patines de toda la vida, las zapatillas con ruedas se usan como un complemento más entre los escolares y han logrado colarse en las aulas. Su presencia, cada vez mayor, ha provocado que algunos centros educativos tomen medidas drásticas al respecto. El colegio público Mare Nostrum de Adra ha prohibido expresamente la asistencia a clase con este tipo de zapatilla. Otros lo han sugerido de forma puntual.

Los docentes advierten que se trata de un juguete «para un rato» y que provoca caídas, distracciones y otras limitaciones. A través de una circular, Mare Nostrum ha informado a los padres de la prohibición de asistir al colegio con zapatillas con ruedas. La decisión ha sido adoptada por el consejo escolar en una sesión celebrada el pasado 11 de abril. La norma forma parte ya de las pautas básicas que rigen la organización y el funcionamiento del centro. «El incumplimiento de esta norma estará tipificado como una conducta contraria a las normas de convivencia al auqe se aplicará un parte con su correspondiente sanción», subrayan desde las dirección. El colegio alega que ha aumentado de forma notable el uso de este tipo de calzado en el centro. «Su uso supone un peligro, produciéndose prácticamente a diario lesiones por caídas con estas zapatillas», justifica.

Mare Nostrum es el primer colegio de Adra que prohíbe asistir a clase con zapatillas con ruedas. Otros centros públicos de Educación Primaria, como San Fernando o Pedro de Mena, han registrado sólo casos puntuales y han desaconsejado su uso verbalmente a través de tutorías o reuniones de padres. El colegio Andrés Manjón de Berja, por su parte, permite que los alumnos lleven este tipo de calzado en el centro, pero con limitaciones. «Aunque lo utilizan muy pocos alumnos y no hemos registrado problemas, no está permitido usar las zapatillas con ruedas en los pasillos ni en la clase de Educación Física», ha informado a IDEAL.

En cualquier caso, los profesores comparten el peligro que conlleva usar estas zapatillas, más o menos frecuentes en sus respectivos colegios. El riego de caídas es mucho mayor. Aunque sólo llevan una rueda en el talón, se deslizan fácilmente con sólo elevar la punta. La fractura de muñeca es la lesión más habitual entre los escolares que hacen uso de este tipo de calzado cuyo principal inconveniente es que se utiliza como un complemento más, sin ninguna medida de protección adicional. Alejandra López, médico en el Centro de Salud de Adra, apuesta por un uso puntual, nunca prolongado, por los problemas que a largo plazo pudieran generar en el crecimiento de los menores. «Es como si llevaran tacones de 4 o 5 centímetros», comparan los expertos.

Los podólogos, en contra

El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos ha pedido recientemente a los centros de Educación Infantil y Primaria que no permitan el uso de zapatillas con ruedas en horario escolar. Según los expertos, aumentan la carga en el antepie y la presión sobre el talón. Aconsejan su uso durante una o dos horas a la semana, «nunca ocho horas seguidas», y advierten de los problemas físicos que generan a largo plazo por normalizar una pisada anómala.