Voluntarios retiran colillas, bolsas y mascarillas para dejar 'bonica' la playa de San Nicolás de Adra

La jornada se saldó con la recogida de 20 kilos de residuos en una de las playas de mayor afluencia turística. Una iniciativa con la se puso de relieve, no sólo el ánimo a colaborar de decenas de vecinos a título particular, sino la necesidad de conservar el ecosistema marino.

La campaña, que lleva por nombre 'Mi playa bonica', persigue también motivar hábitos ambientales positivos. «Como recompensa, se les ofreció a los participantes un trueque por artículos de regalo de un ecomercado que ha ofrecía una amplia gama de productos realizados en reciclaje artístico apostando por la reutilización, la economía circular», explicaron desde el Ayuntamiento, satisfecho con la respuesta. «Además, se expuso una muestra de una obra en reciclaje artístico junto a un museo de residuos marinos y fotografías que ponían de manifiesto la gran problemática medioambiental de los residuos marinos y el paso de los mismos a la cadena trófica convirtiéndose así en un gran peligro de salud pública donde aún no se conocen las repercusiones toxicológicas en la salud de la población», añadieron las mismas fuentes.

Una carrera de fondo

'Mi playa bonica' no es, sin embargo, la primera campaña de concienciación que lanza el Ayuntamiento de Adra. Han sido varias las jornadas de limpieza convocadas hasta la fecha, actividades que se complementan con el reparto de bolsas de cartón para depositar colillas o cáscaras de pipas a pie de playa.

En definitiva, se trata de un «proyecto de educación ambiental» para concienciar sobre la importancia de respetar el medio ambiente y de conservar el planeta con «pequeños gestos». «El correcto reciclado, para evitar la contaminación y que los residuos acaben en el mar, afectando a la flora y fauna que habitan en él, es uno de ellos», puntualizan.

«Otro de los objetivos es fomentar el principio de turismo sostenible de calidad ambiental, a través de la puesta en valor y conocimiento de los ecosistemas naturales protegidos del Iitoral almeriense a los usuarios y potenciales turistas. Además, hacer énfasis en su exclusiva y singular belleza junto a la urgente necesidad de su protección desde la micro a la macro gestión», justifican.

El fin último es reducir los vertidos directos que llegan desde las playas de alta demanda turística en época estival. Principalmente son plásticos, micro plásticos y colillas.