Colegio público de Infantil y Primaria Celia Viñas de Berja. ideal

Once niños con necesidades especiales de Berja faltan a clase para exigir un aula TEA

Los padres del colegio Celia Viñas denuncian que siete alumnos con autismo, de entre 3 y 11 años, reciben formación en un mismo espacio

maría torres

Berja

Miércoles, 16 de septiembre 2020, 00:00

Once familias de Berja han decido unilateralmente no llevar a sus hijos al 'cole'. Son alumnos con necesidades educativas especiales del colegio público Celia Viñas y la no asistencia es su forma de protestar en tiempos de coronavirus. Los padres de estos escolares exigen a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía que habilite un aula específica más en el centro o aula TEA, especializada en niños con trastorno del espectro autista. Con la incorporación de tres pequeños más en este nuevo curso, según denuncian, se incumple la ratio y las condiciones educativas que deben darse para garantizar una educación digna y de calidad.

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«Nuestros hijos no entienden ni de mascarillas ni de distancias sociales, son los más vulnerables»

La Asociación de Padres y Madres del centro explica a IDEAL que, hasta el curso pasado, se estaba trabajando «correctamente» con un alumnado en clase relativamente «homogéneo». Entonces se cumplía con la ratio establecida para este tipo de educación: seis alumnos por clase, aunque «muy excepcionalmente» pueden llegar a siete. Una de las dos aulas específicas del Celia Viñas, se centraba y se centra en niños con más de una deficiencia. Tiene cuatro alumnos. Otra, estaba compuesta por 4 niños de entre 7 y 11 años con distintas patologías, pero en el arranque del nuevo curso se han incorporado tres niños más. Dos tienen tres años y uno, cuatro. Son siete en total, «con edades y necesidades muy dispares».

Mientras que Educación no ve problema alguno, para los padres el aula se queda pequeña y la atención que deberían recibir estos niños, corta. Aseguran que espacio físico hay en el colegio para habilitar un aula más y tan sólo haría falta añadir un maestro.

Medida de presión

A pesar de las reuniones que se vienen manteniendo desde el pasado mes de junio por este asunto y las peticiones formales presentadas, la respuesta de Educación hasta la fecha ha sido negativa. Como medida de presión, todas las familias con hijos con necesidades especiales han decidido no llevar a los niños al colegio. «Realmente Educación Infantil y Educación Especial son los más vulnerables ante el coronavirus porque ellos no entienden ni de mascarillas ni de distancias sociales. Creemos que no es el momento de subir la ratio», denuncian desde el AMPA. Sus reivindicaciones cuentan con el respaldo del Ayuntamiento de Berja, del sindicato Ustea y de la asociación Altea. «Es inviable que un aula con siete niños de estas características, de entre 3 y 11 años, pueda funcionar», insisten.

Uno de cada 100 niños presenta un diagnóstico de autismo, según recuerdan los padres afectados. «Necesitan un trabajo más individual porque pueden presentar alteraciones de conducta, nerviosismo, hipersensibilidad acústica, problemas de leguaje, frustración, etcétera. «No pueden ser un número», concluyen.

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Educación no recula e insiste en que se cumple la ratio

Desde la delegación de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía en Almería se reitera que en el colegio público Celia Viñas cumple la ratio establecida para el alumnado con necesidades educativas especiales. «Este centro cuenta con dos Aulas de Educación Especial que cumplen con la ratio, de 6 a 8 alumnos por clase, ya que son 11 los alumnos de Educación Especial matriculados en el centro», matizan. Educación sugiere, no obstante, que algunos de estos alumnos se pueda integrar en las aulas ordinarias. «El centro los puede distribuir de forma que no estén los siete alumnos con autismo en la misma aula, si así lo creen conveniente», añaden. En un encuentro mantenido con el consejo escolar, el Ayuntamiento y los padres de alumnos, Educación se comprometió a incorporar un nuevo monitor para el presente curso y actualmente «se está tramitando». De momento el monitor no se ha incorporado, según denuncian los padres, ni la opción de integrar a los niños en clases ordinarias es viable ya que el centro ha decidido que el aula específica sea un aula burbuja.

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