El colegio más antiguo de Berja apila en sus pasillos el material de una obra paralizada

Ha pasado casi un año desde que se paralizasen las obras de remodelación del colegio público Andrés Manjón de Berja y casi todo permanece intacto. El material empleado en los primeros meses de reforma continúa apilado en la planta baja de un centro educativo que sigue impartiendo clase cada día a 135 alumnos. A la espera de que se retomen los trabajos, la actividad docente se concentra en la segunda planta. Con un presupuesto de 300.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses, la renovación del colegio más antiguo de Berja se inició en julio de 2013. Pasados cuatro meses, los trabajos se paralizaron. Poco después, se reanudaron con menos personal y finalmente se estancaron en el tiempo. Desde entonces, la planta baja presenta un aspecto «desolador», según ha denunciado el propio Ayuntamiento de Berja. Solo el profesorado tiene acceso a este espacio reservado exclusivamente al despacho de dirección y a la sala de profesores. Carece de baldosas en el suelo, de puertas y de la instalación eléctrica correspondiente. Además, el material empleado en los primeros meses de reforma se amontona en los pasillos.

María Torres

Viernes, 6 de mayo 2016, 11:06

El aspecto de este edificio construido en los años 20 del siglo pasado mejora levemente en su segunda planta, punto de partida de las obras iniciadas hace más de un año, donde recibe clase más de un centenar de alumnos de entre seis y 11 años. Según ha podido confirmar IDEAL, falta instalar persianas, terminar de reparar el suelo, arreglar algunas puertas que no cierran correctamente y «tampoco se han hecho las escaleras de emergencia», apuntan desde el Consistorio virgitano. Actualmente, asignaturas como Inglés y Música no pueden impartirse en aulas específicas, como es habitual en cualquier centro, sino que se imparten en la misma clase tutorial. Asimismo, se ha habilitado de forma provisional una pequeña biblioteca en la parte superior del colegio para impedir el acceso del alumnado a la planta baja. Por último, las rejas que recorren el perímetro del centro educativo tampoco son las que contemplaba en su día el proyecto de reforma diseñado por la delegación provincial de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía que, por el momento, no se ha pronunciado al respecto.

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Pese a todo, las clases continúan en el colegio Andrés Manjón de Berja. Actualmente registra 135 alumnos y más de una decena de profesores. Un profesorado que se las ha ingeniado para adaptarse a las dificultades que presenta el edificio y que, aunque de forma «algo más incómoda», garantiza la calidad de la educación que imparte. Este año, por primera vez y debido a la paralización de las obras, la tradicional fiesta de Navidad no podrá celebrarse en la planta baja y deberá trasladarse al patio del colegio para poder recibir a los padres y madres de los alumnos, indignados con unas obras que no llegan.

El Ayuntamiento de Berja se ha hecho eco del «deplorable estado» que ofrece el centro casi un año después. A su juicio, el historial de demoras que acumulan las obras se ha convertido en una «historia para no dormir». Una historia cuyas principales víctimas son sus alumnos.

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