Las fuentes de Berja, bajo vigilancia

Nunca antes una decisión municipal tan contundente había recibido tantos aplausos. Los vecinos de Berja están cansados del uso y del abuso que padecen sus emblemáticas fuentes desde hace años. A diario son testigos del goteo continuo de personas que acude a retirar litros y litros de agua. Tras las debidas advertencias y el caso omiso de los visitantes, el Ayuntamiento ha puesto un límite: 30 litros por persona y día. Aclara el portavoz municipal, José Carlos Lupión, que no se lo han inventado. «Simplemente aplicamos lo que recoge la ordenanza de convivencia ciudadana aprobada hace unos años. Creemos que es necesario establecer un uso normal de las fuentes de Berja y la Policía Local está al tanto de velar por el cumplimiento de esta ordenanza», explica. Aunque el papel de los agentes es más informativo que sancionador, según el equipo de gobierno, en lo que llevamos de mes se han registrado dos denuncias. Una por retirar 1.000 litros de agua en un solo día y otro por acopiar 500. «No se mide con una probeta, pero son cantidades que saltan a la vista», matizan desde la Policía Local. Las sanciones pueden alcanzar los 750 euros.

María Torres

Viernes, 6 de mayo 2016, 11:56

Destino desconocido Una veintena de fuentes convive en el término municipal virgitano. El agua es «no clorada», apta para el consumo humano. Suele transportarse en garrafas de cinco litros y, según el testimonio de los vecinos, en coches, camiones y furgonetas. Su acopio suele generar colas de espera entre quienes simplemente acuden a las fuentes para lavarse las manos o beber agua y los vehículos que utilizan convierten las estrechas callejuelas de Berja en vías «intransitables», especialmente durante los fines de semana. Las fuentes del Oro y del Almez, en el barrio de Los Cerrillos, son las que ocasionan más quejas.

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Se desconoce, en cualquier caso, el destino del agua que se extrae de las fuentes de Berja. Algunos vecinos apuntan a que se está comercializando con este bien tan escaso «en la comarca del Poniente», mientras que otros prefieren no opinar. «Que respeten las fuentes y su uso y punto, no pedimos más», sentencia una virgitana. «Ya era hora de que el Ayuntamiento se pusiera serio con este asunto. Esto ha pasado siempre, pero ocurría solamente los fines de semana. Últimamente era a diario. Un desmadre», resume otro vecino.

La suciedad es también motivo de discordia. «Las etiquetas de las garrafas por el suelo también dan mala imagen en una ruta, la de las fuentes de Berja, que estamos poniendo en valor», destaca el portavoz del equipo de gobierno. Además de incrementar la vigilancia, el Ayuntamiento ha instalado paneles en los que informa, en español y en árabe, que está «prohibido llevarse agua». También se recuerda que la ordenanza permite lavar la ropa en estas fuentes, una tradición ancestral en Berja, pero impide tenderla. Hasta la fecha, según fuentes oficiales, no se están produciendo incidentes y «se está respetando la ordenanza».

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