El Molino del Perrillo se libera de los andamimos en septiembre

La Diputación de Almería daba luz verde a esta inyección económica el pasado 3 de junio lo que permitirá continuar con los trabajos «sin parón». El Consistorio virgitano y la institución provincial se dieron la mano para afrontar la restauración de lo que se considera la joya arquitectónica de Berja. Las obras de rehabilitación, que se retomaron a final de abril, «van avanzando a buen ritmo», según fuentes municipales. «Está previsto que el andamio que actualmente sustenta la fachada se pueda retirar a principios del mes de septiembre, para cuando ya estará lista toda la nueva estructura interior del edificio, que, junto con la rehabilitación de la fachada y las cubiertas, constituyen la primera fase de la obra», apuntan.

Por su parte, la segunda fase contempla la construcción de la futura biblioteca municipal. El objetivo es modernizar las instalaciones actuales «con las últimas novedades existentes» y multiplicar el espacio de un servicio que actualmente se presta en la parte trasera de la parroquia de La Anunciación. Por último, se ha programado una tercera fase que consistirá en la reconstrucción de la vivienda burguesa, sede del futuro museo de Berja y del Centro Virgitano de Estudios Históricos. «En esta parte del edificio se reintegrarán todos los elementos originales que fueron delicadamente desmontados -suelos, columnas, puertas, ventanas y rejerías-, de modo manual, y que se encuentran protegidos a la espera de su incorporación a la nueva obra», subrayan desde el Ayuntamiento.

Un símbolo

Ubicada en la emblemática calle del Agua, la casa del Molino del Perrillo es una edificación que data del año 1865, cuando fue mandada construir por un minero adinerado de Berja, Gregorio Lupión Escobar. La vivienda se levantó con los mejores materiales del momento. Finas yeserías y estucados, escalinatas y columnas de mármol, fantasía en la forja de sus rejas, puertas de estilo francés y suelos hidráulicos con multitud de diseños son sólo parte de su legado. En su interior se conserva un molino de agua que ha mantenido su actividad «hasta no hace mucho años». Cuentan los vecinos de Berja que el edificio, la casa palacio más emblemática del término municipal, tenía «tantas puertas y ventanas como días del año».