Almería corona el cielo desde el mar

El mar de Almería y el pico más alto de la Península Ibérica están hoy más cerca que nunca. Apenas cien kilómetros separan dos puntos antagónicos que encuentran su nexo de unión en la Alpujarra almeriense y granadina. Una comarca por descubrir que permite ascender a 3.482 metros de altitud bajo las directrices que hace 136 años marcaron tres aventureros. Tras más de dos años de trabajo, la asociación Belladurmiente ha logrado rescatar esta antigua ruta que parte de Berja para coronar el Mulhacén.

La cima se alcanzó el pasado mes de julio para conmemorar el aniversario del recorrido que Antonio Rubio y los hermanos Morales dejaron escrito hace más de un siglo. Dividida en seis etapas, la ruta atraviesa Peña Rodada, Hirmes, Darrícal, Las Canteras, Los Montoros, Jorairátar, Cádiar, Narila, Alcútar, Bérchules, Juviles, Trevélez, Poqueira y Capileria. Aunque se ha hecho de forma escalonada en el tiempo, Belladurmiente al fin ha conseguido alcanzar el Mulhacén, usando como referencia la obra titulada Del Mar al Cielo, de Antonio Rubio.

Hasta llegar a la meta ha sido necesario transformar en albergues antiguas casas de maestros, recuperar viejas vías de senderismo y mejorar sustancialmente otras. Una tarea que Belladurmiente ha abanderado y que ha conseguido gracias a la colaboración de voluntarios y de los ocho ayuntamientos implicados. Berja y Alcolea, en la provincia de Almería, y el resto de la provincia de Granada.

Cumplido el objetivo, el siguiente reto es ahora compartirlo. El colectivo ha iniciado una ronda de contactos para homologar los senderos que se han recuperado en la Federación de Montañismo, solicitar la ayuda de las Diputaciones Provinciales para su mantenimiento y buscar fondos que financien la edición de una guía impresa del histórico recorrido.

Al alcance de casi todos

El sendero Del Mar al Cielo se prolonga a lo largo de siete días. En cada jornada se recorre a pie alrededor de 15 kilómetros y en cada escala se obtiene el sello que certifica la ruta para acceder al albergue de forma gratuita. «La mayoría de los albergues ya están terminados y algunos se están concluyendo», apunta Salvador Hurtado, presidente de Belladurmiente y coordinador del proyecto con Mari Trini Torralvo. «Esta aventura es la inauguración de un sendero que, desde ya, cualquiera puede hacer», añade. Basta una mínima preparación física para poder completarlo. No obstante, debido a la altitud y a la necesidad de aclimatación, se recomienda ir acompañado por personas experimentadas en las últimas dos etapas.

La primera expedición en alcanzar el Mulhacén por esta emblemática ruta terminó su periplo a mediados de julio. El grupo, que hasta entonces había estado formado por una media de 200 senderistas por etapa, se redujo a 54 por la dureza del recorrido. «Para la mayoría era la primera vez que hacían alta montaña y que subían el Mulhacén y, salvo dos, todos lo consiguieron», destaca Hurtado. Apasionado de la naturaleza y con una amplia trayectoria en deportes de montaña, asegura que se trata de una ruta al alcance de casi todos.

El 'alma mater' del proyecto

El historiador virgitano Valeriano Sánchez ha sido el impulsor de una idea que ha encontrado en la asociación Belladurmiente su brazo ejecutor. El primer almeriense en integrar la Academia de la Historia de Andalucía puso sobre la mesa la posibilidad de rescatar aquel sendero del que hablaba Antonio Rubio en su obra Del Mar al Cielo, escrita en 1880.

Conocedor como pocos de la comarca de la Alpujarra, administrativamente dividida entre las provincias de Almería y Granada, Valeriano Sánchez ha sido el alma mater de un proyecto que finalmente ha conseguido su cometido con esfuerzo, dedicación y colaboración desinteresada. Aunque las infraestructuras construidas a lo largo de un siglo han impedido recuperar la ruta en su totalidad, la expedición de Antonio Rubio y los hermanos Morales que partió entonces desde Almería hasta el pico más alto de la Península ha servido de referencia para dar forma al sendero que la asociación Belladurmiente ha materializado con nuevas vías de comunicación.