La sastrería, al servicio de la confección de trajes sanitarios en Berja

«He cerrado mi negocio. Sé hacer lo que necesitan y puedo hacerlo. Me motiva poder ayudar», resume para justificar su esfuerzo e implicación. Sastre de profesión, se inició en el sector de la mano de su padre y de su abuelo y se especializó en Barcelona en corte y confección. En su negocio, dispone de la maquinaria necesaria para cortar 300 unidades a la vez. Ya no hace arreglos. Desde que se inició la crisis sanitaria, ha confeccionado más de 500 mascarillas, «que he repartido entre quienes las necesitan» y, en los últimos cuatro días se afana en sacar adelante trajes para los sanitarios.

A su lado, también al pie del cañón, están Cecilia Martín y Francisco Benavente. La primera es concejala de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Berja, de quien partió la iniciativa al conocer las carencias que presenta el Centro de Salud, y el segundo es el presidente de la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Hosteleros de Berja. Los tres trabajan en el taller sin descanso.

Sotrafa y Politiv han aportado las bobinas de plástico, también de forma desinteresada. «Primero se hace una marcada para hacer el traje sanitario. Después se cogen varias capas, hasta 300, para meterlas en la máquina de corte y, de una vez, tienes 300», explica a IDEAL. Posteriormente son otros voluntarios los que se encargan de pegar con cinta adhesiva hombros y costados antes de llevarlos a su destino.

Más alternativas

Decenas de vecinos se han movilizado en Berja desde que se decretase el estado de alarma por el COVID-19. Algunos han elaborado mascarillas, otros han confeccionado trajes para los sanitarios y los agricultores han participado en las labores de desinfección. Coordinado por el Ayuntamiento, nadie duda en arrimar el hombro cuando se le necesita. Actualmente el Ayuntamiento se encuentra estudiando la posibilidad de encontrar un material similar al que se usa en la confección de «cortinas de baño» para poder realizar batas para los sanitarios. Se podrían lavar y, así, prolongando su uso. Ante la falta de medios que padecen, hospitales, centros de salud y residencias han contactado con el Ayuntamiento para interesarse por esta iniciativa.

Las primeras batas sanitarias ya han llegado al Centro de Salud de Berja. Son desechables y de un sólo uso. «Seguiremos haciendo trajes sanitarios mientras no se nos diga lo contrario y mientras se necesite», asegura este virgitano. «Lo único que nos preocupa es el miedo al contagio», reconoce con sinceridad, pero se despide de esta periodista y continúa con la tarea