Alcolea afronta a pulmón la rehabilitación de su ermita

Los alcoleanos dan un paso más en la recuperación de su ermita. Como ya hicieran en 1998, vuelven a remar en la misma dirección para adecentar uno de los pilares más importantes de su patrimonio histórico y cultural. De estilo mudéjar, la ermita de San Sebastián y San Ildefonso fue levantada en el siglo XVIII. El objetivo común es rescatar su estado original y convertirlo en un espacio abierto al servicio de la cultura.

La intervención ha sido asumida 'a pulmón' por el Ayuntamiento de Alcolea principalmente, que financia con 50.000 euros la rehabilitación de la ermita. «A esta cantidad hay que sumar la cantidad próxima a 10.000 euros, que aportará la Comisión para la reparación de la Iglesia y Ermita de Alcolea, conseguidos de la venta de lotería», ha apuntado el alcalde, Antonio Ocaña. Dividida en fases, la intervención comenzará con la restauración de sus fachadas. En este sentido, resulta crucial recuperar el esgrafiado que decora paredes, tímpano y zócalos. También se colocarán ventanas o vidrieras en los huecos existentes y se protegerá el interior de la presencia de aves.

El proyecto diseñado se retomará con una segunda fase centrada en el contenido. Se consolidarán las pinturas murales de los lunetos de su bóveda, de la capilla lateral y del altar. Esta actuación permitirá frenar su deterioro a la espera de una posterior restauración volumétrica. De igual modo, se recuperará la antigua mesa unida al altar y la puerta original de la sacristía, ambas del siglo XVIII. También se procederá al enyesado y mejora de las paredes, bóveda, camarín y molduras, «muy deteriorados por las goteras y el abandono del edificio durante décadas». Con ello, se creará un espacio renovado dotado de una nueva solería, además de colocar una «discreta» iluminación 'led' dispuesta sobre las molduras de la bóveda.

El fin último del Consistorio alcoleano es lograr un espacio que pueda ser disfrutado por vecinos y visitantes. «El proyecto es fruto de un profundo estudio documental y bibliográfico de esta ermita tardomudéjar y barroca. La investigación llevada a cabo ha dado las claves para realizar la recuperación de sus materiales originales de forma respetuosa y adecuada a las normas internacionales de restauración patrimonial», han subrayado fuentes municipales.

Inversión

Para el primer edil acoleano, actuar en la ermita de San Sebastián y San Ildefonso era una necesidad imperiosa. Preocupado por su lamentable estado de conservación y consciente de la necesidad de intervenir, el Ayuntamiento ha reunido una partida de 50.000 euros para acometer la actuación. «El equipo de Gobierno, debido a la buena gestión económica de los últimos años y más concretamente al superávit del 2017, ha podido destinar, tras las modificación de la ley por el gobierno estatal el pasado mes de marzo, más de 50.000 euros en las mejoras a realizar en este monumento emblemático del municipio», ha explicado.

La intención es que la ermita pueda albergar conferencias, exposiciones y otro tipo de actividades. En este sentido, Ocaña ha anunciado que se incorporará un equipo audiovisual multimedia para compartir con el visitante el contexto histórico de esta ermita y otros datos importantes del municipio. «Datos obtenidos a partir del exhaustivo estudio histórico, documental y bibliográfico realizado previamente a esta intervención por la directora del proyecto , Rosario Carreño, a la que desde el Ayuntamiento de Alcolea queremos agradecer su profesionalidad y dedicación», ha añadido el regidor alcoleano.

Tras años de abandono, la ermita de San Sebastián y San Ildefonso recuperará el esplendor que nunca debió perder.

En su contexto

El abandono ha marcado las últimas décadas de la ermita de San Sebastián y San Ildefonso de Alcolea, uno de los elementos patrimoniales que conserva la localidad alpujarreña. Las inclemencias del tiempo y el vandalismo del que ha sido víctima han agravado la situación hasta apagar casi por completo su esplendor. Gracias a la intervención del Ayuntamiento de Alcolea, con Fernando Utrilla como máximo representante, en 1998 se tomaron cartas en el asunto. Se creó una comisión para la reparación de la iglesia y de la ermita. Entonces se actuó en el tejado lo que ha impedido que tanto la edificación como las pinturas existentes en su interior continuaran su deterioro en estos últimos años.