Alcolea compra la piscina y el restaurante Sol y Luna para su explotación municipal

Alcolea tendrá piscina municipal en el «verano de 2022». Es el 'reto' que se ha propuesto su alcalde, Antonio Ocaña, empeñado en dar respuesta a un «clamor vecinal» en plena Alpujarra de Almería. El primer paso ha sido hacerse con la propiedad de la piscina y del restaurante Sol y Luna, cerrados al público desde hace varios años. El segundo, rehabilitar el complejo «por fases» para su reapertura y explotación municipal.

El proceso será largo y costoso, pero ya ha echado a andar. Previa aprobación en pleno, el Ayuntamiento compró el complejo a sus antiguos propietarios el pasado mes de enero. Tendrá que desembolsar 450.000 euros, una cantidad que asumirá en cuatro pagos y que terminará de pagar en 2023. Actualmente, con ayuda de la Diputación de Almería, estudia la fórmula para recuperar unas instalaciones «visiblemente deterioradas» por el paso del tiempo y la ausencia de actividad en los últimos años.

La rehabilitación integral del edificio, piscina y restaurante, conllevará un coste de alrededor de 300.000 euros. No será fácil financiar esta actuación para un ayuntamiento pequeño con poco más de 800 vecinos censados. El equipo de gobierno de Antonio Ocaña ha determinado destinar a este proyecto los Planes Provinciales de lo que resta de legislatura.

Por fases

La intención es recuperar la piscina en primera lugar con el objetivo de abrir el próximo año. Con dos vasos, uno para adultos y otro para niños, la piscina presta un servicio «fundamental» a los alcoleanos durante los meses estivales y sirve de reclamo para quienes buscan alejarse del bullicio de la costa.

En segundo lugar, se rehabilitará el restaurante. Con capacidad para 80 personas, es el único restaurante de la localidad y el único lugar que se presta a realizar celebraciones. Cerró sus puertas en mayo de 2019. Finalizadas la obras, el consistorio alcoleano convocará sendas concesiones administrativas para establecer una gestión municipal al cien por cien o mixta.

Una necesidad imperiosa

Alcolea no quiere más veranos sin piscina. Hace tres años, el Ayuntamiento dejó de explotar la piscina del Sol y Luna y, desde entonces, permanece cerrada. La carencia se compensa con viajes organizados a las piscina municipales de pueblos vecinos y «con transporte gratuito». «Para Alcolea es muy importante contar con una piscina pública, tanto para los visitantes como para los vecinos. Prestar este servicio es una necesidad, un clamor popular», reconoce el regidor alcoleano, Antonio Ocaña. El alcalde ha aclarado que se sopesó la opción de comprar otro terreno y levantar una piscina de nueva construcción, pero que finalmente se descartó: «Esta tiene una ubicación ideal. Está a las afueras, pero cerca del pueblo, en un sitio muy bien comunicado».

Inaugurado en 1995, el Sol y Luna fue un punto de encuentro de referencia en la Alpujarra de Almería. Durante dos décadas, fue un lugar de paso obligado para quienes buscaban saborear la cocina alpujarreña en su restaurante, festejar un acontecimiento especial en su salón de celebraciones o refrescarse en su piscina.