«Amable, trabajadora y familiar», así era María, la mujer asesinada en Dalías

Su crimen ha conmocionado a Dalías, del que María era vecina donde la conocían «de toda la vida». Así se llamaba la mujer de 48 años que ha sido asesinada a manos de T. G. S, presunto autor del crimen que tuvo lugar ayer hacia las seis y media de la tarde en la puerta de la oficina de Correos de esta localidad en la que «se conoce todo el mundo». 4.000 habitantes y una vida muy de pueblo son la guinda del cóctel: no hay daliense que no tenga una anécdota con María, la del bar, la de 'La Casa'. María, la de toda la vida.

Uno de los vecinos y conocido de María -que prefiere reservar su identidad- relata a IDEAL que «era una persona muy conocida por su negocio, ahora mismo estamos destrozados, ímagínate». Con dolor y tristeza por la situación que están viviendo, se deshace en palabras de elogios hacia la perjudicada: «Amable, trabajadora, familiar». Sin duda, la vecina fallecida ha dejado huella en Dalías y sus vecinos que desde ayer lloran su pérdida.

A los vecinos les cuesta significarse. Todos conocían a María, pero también todos concen a su presunto verdugo. Una de las dalienses que no quiere desvelar su nombre por miedo tiene un vínculo muy estrecho con la fallecida y ha subrayado que la mujer era «muy sociable, simpática, cariñosa y muy querida por todos». Su negocio 'La Casa' le ha dado a María, «momentos y amistades únicas durante tantos años de trabajo».

Todo el mundo la conocía como «María la de 'La Casa'», nombre del pub que regentaba junto a su esposo, bombero y conocido también en la capital almeriense por su profesión. «Era muy colaboradora con el pueblo, en actividades que se realizaban en el Ayuntamiento de Dalías, ella siempre contribuía», exponen. Hoy los compañeros de su esposo han guardado un minuto de silencio en solidaridad por el trágico crimen.

Madre de dos hijos, «María siempre tenía predisposición por Dalías, por su gente y quería ayudar en todo», desvelan los testimonios a IDEAL ALMERÍA. Su pasión y entrega hacia su profesión como camarera hizo que «siempre experimentara en cada producto que servía, a todo el mundo le gustaban sus 'gintonic' y ella siempre probaba nuevas alternativas».

Desde el Pub La Casa, María se había ganado la estima «de toda la gente de Dalías y alrededores, es un negocio de la noche pero muy familiar, los clientes nos conocíamos entre todos», máxime siendo un pueblo tan pequeño como Dalías: «la queríamos mucho, el trato era muy cercano y personal». Un abrazo unánime con rostros difuminados.

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