Los vecinos de Laujar remiten 300 firmas al Obispado para ratificar sus quejas

El cambio de horarios en las misas «sin previo aviso», su negativa a continuar con determinadas tradiciones o la «actitud» que mantiene ante la comunidad cristiana resumen el malestar que ha generado el sacerdote en la comarca. Un malestar que se hizo público hace un año, que motivó incluso una reunión de los alcaldes de la zona con el obispado y que, pasado el tiempo, persiste. El último incidente tuvo lugar hace un mes en Fuente Victoria, cuando el párroco optó por suspender la actividad litúrgica hasta obtener la colecta del rezo de las Salves. Un ultimátum que enfadó especialmente a sus feligreses, que se vieron obligados a trasladarse obligatoriamente para asistir a misa otras localidades.

A favor

Una vecina de Laujar, Francisca García, se ha puesto en contacto con IDEAL para romper una lanza a favor del sacerdote. Al igual que el párroco, esta vecina considera que los fondos que recopila la Iglesia deben estar «en la cuenta de la parroquia, no en el bolsillo de nadie». Además, justifica el cierre temporal de la parroquia de Fuente Victoria por motivos de limpieza y critica el comportamiento de algunos feligreses «acostumbrados a hacer lo que quieren». «El cura es el ministro de Dios, se merece un respeto y es una pena que se le trate así. Además, en este caso, se trata de un santo sacerdote que sabe hacer su trabajo. No hay derecho», ha declarado a este medio. Francisca García dice que los hechos que denuncian algunos vecinos «son falsos». «El cura de Laujar es un sacerdote de corazón que sabe representar lo que tiene, al margen de rumores y bullicios», ha añadido. «Yo creo en Dios, no en lo que dicen unos y otros, y al final Dios nos juzgará a todos», concluye.