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Los aficionados temen por la desaparición de la plaza.

Una plaza centenaria que reclama restauración

La Plaza de Toros de Huércal-Overa ha recibido durante más de un siglo a los mejores espadas, pero su estado actual es ruinoso

JOSÉ LUIS PASCUAL

ALMERÍA

Domingo, 3 de noviembre 2019, 22:30

Construida en 1901, el 27 de octubre del año 2001 cumplió su centenario. Para su inauguración se celebraron dos corridas en las que lidiaron los matadores Relampaguito y Borincueño.

Difícil de reconocer por estar inmersa en el caserío, al igual que le ocurre a la Maestranza sevillana, fue adquirida por el Ayuntamiento y remodelada por la Escuela Taller Municipal 'El Castillo'.

Su ruedo tiene un diámetro de 30 metros, el callejón 1.50 metros y cuenta con contrabarrera, gradería y 25 palcos que pueden albergar a 4.000 personas, lo que le convierte en uno de los cosos de referencia, no sólo a nivel provincial, también regional. La cita más tradicional en esta plaza es el domingo de feria del municipio, que a su vez es el 'Domingo de Toros' y en el que acude numeroso público a disfrutar tanto del festejo como de la tradicional merienda que se realiza entre el tercer y el cuarto toro. Tras una historia que supera ya el centenario, los aficionados huercalenses no están nada satisfechos del estado de un recinto que presenta un estado de conservación muy mejorable y en el que, aseguran, la administración local no ha articulado las medidas necesarias para que un elemento patrimonial de gran valor pueda correr riesgo de desaparecer.

Los aficionados apuntan a la Administración local por no realizar una remodelación

Ese mal estado de la infraestructura ha provocado que los festejos taurinos durante los últimos años hayan acabado en otras ubicaciones alternativas y en instalaciones portátiles, algo que no comparten los aficionados. Este grupo elaboró un manifiesto recientemente en el que recordaron a las administraciones que «se ha producido un deterioro muy significativo en la centenaria Plaza de Toros de Huércal Overa que data de 1901 y dado que es un bien de interés cultural correspondiente al Patrimonio, en este caso público y que legítimamente dicho monumento debe ser conservado y restaurado, ya que en la actualidad, está abandonado y teniendo como fin último el respeto al legado histórico que recibimos a través del tiempo, de esa manera, mantendríamos el protagonismo del mismo en su entorno y teniendo muy en cuenta, que la grandeza de los pueblos y de sus habitantes, no sólo se mide por su desarrollo urbano, sino por conservar y difundir su acervo cultural, por su compromiso con la tradición». De igual forma, incidieron en que «debido a este grave deterioro, las corridas de toros celebradas en los últimos años, han precisado ser realizadas en plazas portátiles, restando gran brillantez al espectáculo taurino».

Desde su inauguración, han actuado en el coso, los más significativos y brillantes toreros de cada una de las etapas cronológicas, destacando Cayetano Leal, José Carmona 'Gordito', Muñagorri, Juan Saleri, Pepe Canet. Posteriormente, en la década de los 40 destacaron, 'El Estudiante', 'El Andaluz' y Ángel Bienvenida. Años después fue el turno de Enrique Vera y el torero Juan Fernández 'Carnicerito de Almería'. En la década de los 60 fueron los dos espadas que dominaban el escalafón, 'El Viti' y Sebastián Palomo Linares, los que lograrían triunfar en el coso huercalense. En épocas más recientes se ha contado con Espartaco, Paco Ojeda, 'El Juli', Pepín Liria, Pepín Jiménez o Finito de Córdoba.

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