Clásicos Populares (XXVIII): Juan Mena

Sintetizar la vida y trayectoria de Juan Mena en tan corto espacio es sumamente dificultoso, pero este clásico abderitano merece esto y mucho más. Juan Mena González nace en Adra en el mes de diciembre de 1945, hijo de la familia propietaria de la afamada y prestigiosa zapatería «Jorge» de La Carrera. Son dos hermanos y dos hermanas (ambas fallecidas recientemente por desgracia). Desde que tenía cinco años, según me comenta él mismo, sintió atracción por la música jugando a ser director de la banda municipal en la plaza del ayuntamiento. Junto a sus amigos de la niñez Pepe Carpintero y Paco Coines (otro clásico), simula tener una banda de música que toca con los pitos hechos de las cañaveras y con los tubos del taller de Carpintero. No consigue entrar a formar parte de la banda por no tener la edad requerida hasta que con once años lo consigue, junto a algunos compañeros como los hermanos Rodrigo, Justo Cebrián y Enrique Gil entre otros.

Su primer desplazamiento es el día de San Marcos a El Ejido, y el camión en el que van los deja a gran distancia de la iglesia que era donde tocaban. A Juan, que es el menor de la banda, le dan una gorra que le queda muy grande y se le cae varias veces durante el trayecto, como recuerda él con nostalgia y simpatía. Juan tocaba el requinto y el clarinete. Dos años más tarde se une a la orquesta Tropical actuando los fines de semana en la terraza del hotel Abdera. Juan tocaba el saxo alto.

Después de pasar por la escuela de formación marcha a Almería a estudiar maestría industrial. Corría el año 1964 cuando Juan, después de volver de un viaje a Barcelona, forma en Almería el grupo Los Stukas que obtiene gran éxito en la provincia. Marchan a Torremolinos donde van a grabar la banda sonora de la película «Amor a la española», pero lo tienen que hacer con el nombre de Los Flames (nombre ideado por Juan) por problemas de derechos del nombre anterior. Juan en aquella época tocaba la guitarra en estas formaciones hasta que marcha a Madrid donde se integra en el grupo Los Continentales donde, además de cantar, toca el saxo tenor y toma clases de flauta travesera.

En febrero de 1967 el grupo toma parte en el festival de conjuntos de León de gran prestigio nacional y obtienen el primer premio improvisando el final de la canción «Déjala dormir», que cambiaron sobre la marcha como bien me reconoce el propio Juan. Esto hace que les lluevan los contratos por numerosas salas de la época.

El servicio militar interrumpe aquella vorágine y Juan compagina el servicio a la patria con actuaciones con la orquesta de Jani Alex, que finalmente marcha a México sin él, y aquel año acaba tocando con Los Bricks y los Pop Tops con los que realiza galas en Madrid, Ibiza, y Londres entre otras ciudades. Vuelve a la capital británica como director de la orquesta de Paul King donde actuaba como go-gó una chica llamada Diane, que acabó siendo su mujer en 1970, y dándole dos hijas, Bianca y Sabina.

Durante varios años colabora con varios grupos de Soul y Blues tocando el saxo. Al principio reside en Londres, pero decide volver a España y se instala en Barcelona. Es imposible detallar todos los grupos con los que colabora Jua, pero en esos años se queda como director de la orquesta de Frank Dubé que se marcha en solitario y la rebautiza como Manteca en 1975. Tocaban en clubs de Ibiza y algún año en las Islas Canarias. Juan, de alma inquieta, a su vuelta a Barcelona bebe y aprende otras músicas de la mano del trompetista Vicente Serrano. Junto a él y la cantante Teresa Guerra, alcanzan el éxito en la sala Las Vegas donde acompañaron a grandes artistas como Betty Misiego, Moncho, Carmen Flores, Conchita Bautista, Los tres Sudamericanos, y otros muchos en el ocaso de sus carreras como el mítico Antonio Machín.

En 1986 Juan obtiene en el conservatorio del Liceo el título de profesor de saxofón. Desde el año 1983 lidera y funda la orquesta Metropol. Actuaron en numerosas salas hasta que, a principio de los años noventa, le nombran director de la mítica orquesta Pérez Prado en la que se unen músicos de Barcelona y de Miami, actuando por toda España. El cambio de los gustos musicales hace que Juan se reinvente de nuevo y cambie de salas y de formación varias veces en Barcelona formando la orquesta Gran Palace de once componentes actuando hasta principio del nuevo siglo XXI. En esta época Juan apuesta por su faceta de cantante de boleros.

En 2001 sobreviene la desgracia y Juan pierde a su mujer tras una larga enfermedad. Años más tarde encontraría en Dolors, catalana de Arenys de Mar dónde reside actualmente, una nueva compañera y una sólida relación en la madurez. Juan ha grabado ocho discos desde el año 1995 hasta nuestros días. Siempre ha habido un tema fetiche en sus conciertos, sobre todo, cuando ha visitado su querida Adra a la que siempre ha demostrado su cariño, y no es otro que «Canto a Adra», compuesta por Álvarez de Sotomayor y José Castro de la que ha grabado varias versiones.

Pero quiere la fortuna que su reconocimiento más popular haya sido en su última etapa como participante y finalista del programa 'La Voz senior', que emitió Antena 3 televisión y que le otorgó fama a nivel nacional. Aquí forma parte del equipo del cantante Antonio Orozco y queda en segunda posición tras Helena Bianco, ex cantante del grupo Los Mismos. Su pasión con el saxo y su personalísima voz hicieron que se ganara al público y a los profesionales que formaban parte del programa. También ese reconocimiento le llegó como pregonero de las fiestas del año 2019 en Adra, lo cual le reportó una gran alegría y orgullo. El cariño que le demostró su pueblo le proporciona un gran sentimiento de orgullo de ser abderitano.

Por supuesto, tengo que agradecer a Juan su amable colaboración y disponibilidad y a las fuentes que he podido consultar para realizar este artículo. Aparte de su gran humanidad, si tengo algo que destacar de Juan Mena es su pasión por la música a la cual ha dedicado toda su vida, y por supuesto su amor por su tierra. ¡Viva la música! ¡Viva Adra!