El día después
«¿Cuánto tiempo va a pasar hasta que no parezcamos delincuentes cuando estamos en el supermercado?»
francisco cuenca
ADRA
Sábado, 25 de abril 2020, 14:24
En el momento de escribir estas líneas se han producido en España más de 18 mil muertes (contabilizadas por el Gobierno), y casi doscientos mil contagiados por la pandemia del Covid-19 dichoso. Hay una guerra de cifras, de si las cosas se están haciendo bien, mal o peor, de cómo tenemos que comportarnos, y prácticamente por cualquier detalle se arma el Belén. Pienso que todo esto no conduce a nada ahora. Es hora de arrimar el hombro todo el mundo por mal que se esté gestionando esta crisis sanitaria. Luego vendrá la económica y no va a ser floja ni mucho menos. Seguramente la más fuerte recesión de nuestra economía que hayamos conocido en nuestra vidas.
Cuando manejamos cifras a diario tendemos a deshumanizarnos. Es difícil de explicar que nos alegremos porque ha habido menos de 500 muertos en un solo día. 500 personas que han perdido la vida, con sus familias, sus amigos, sus situaciones, y todo lo que conlleva eso, y además sin poder despedirse de ellas por parte de sus allegados. Hablamos de ERTES, de cifras de paro, de autónomos, de PYMES, sin mirar más allá de la realidad de cada una de esas personas que están detrás de esas siglas y que lo están pasando muy mal, y lo peor es que no saben cuando van a poder recuperarse de este desastre social. Yo soy el primero que comparte bromas, videos y demás gilipolleces por las redes sociales. Es una válvula de escape que seguramente si tuviera algún afectado cerca no me haría ninguna gracia, pero hay que intentar reír, y llevar lo mejor posible esta película de ciencia ficción que nos ha tocado vivir.
La solidaridad que está mostrando el pueblo español es increíble, pero no debe sorprendernos porque siempre en las duras hemos dado la talla, así como también en las maduras hemos sabido disfrutarlo.
Poco que añadir a la labor de los sanitarios, fuerzas de seguridad, supermercados, limpieza, agricultores, pescadores, ganaderos, enseñanza a distancia y todos los que mantienen bajo mínimos este país en marcha. No se puede agradecer con palabras todo lo que están haciendo.
Recibimos a diario noticias de cómo será el desconfinamiento, de la desescalada, de quién va a salir antes, pero hay un tema que se está tocando muy someramente por todos los medios. Se habla menos de cómo va a ser el día después en el aspecto humano. De si vamos a seguir mirando con recelo al vecino, de si nos vamos a atrever a abrazar a nuestros seres queridos. Es muy difícil elucubrar el futuro más próximo cuando nadie sabe lo que va a durar esto. Pero, la situación no va a ser sencilla de llevar por todos. ¿Cuánto tiempo va a pasar hasta que no parezcamos delincuentes cuando estamos en el supermercado, o estamos buscando aparcamiento después de venir del trabajo? ¿Cuándo vamos a bajar la basura sin mirar a los edificios de al lado para ver si nos están vigilando? ¿Cuándo nos vamos a atrever a visitar a un amigo para tomarnos una cerveza? Y los niños y adolescentes, ¿cuándo van a poder hacer vida social entre ellos que es fundamental para su desarrollo como personas? ¿Nos atreveremos a asistir a un concierto o a una obra de teatro sin demasiada distancia entre el vecino y nosotros?
Después de esta pesadilla deberemos hacer hincapié en las relaciones personales, familiares, sociales, y profesionales y cultivarlas con más ahínco que nunca. No podemos dejar a esos abuelos y abuelas sin el afecto que merecen en estos momentos tan difíciles. Tendremos que reeducarnos en muchas cosas que antes no hacíamos y que ahora serán de obligado cumplimiento. Y por supuesto, será muy complicado pero deberíamos volver a definir las funciones y la importancia de cada uno en nuestra sociedad. La sanidad, educación, ejército, etc. deben de tener un papel mucho más reconocido por todos pero también en sus sueldos, y en su escala social. No podemos dejar de pensar que los empleos esenciales muchas veces corresponden a algunos que nadie antes de la pandemia quería desarrollar (léase limpiadoras, celadores, peones de supermercados, etc.)
EL DÍA DESPUÉS llegará y nuestra obligación es que sea lo mejor posible en todos los sentidos.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.