Borrar

En memoria de Teresa López

Carta escrita por Juan Luna Cortacans en nombre del profesorado del instituto de enseñanza secundaria Abdera, donde Teresa desarrolló su labor docente durante más de 30 años

juan luna cortacans

ADRA

Martes, 30 de junio 2020, 19:09

Querida Teresa:

Docente hasta el final, has cerrado la puerta del aula justo a tiempo de finalizar el curso, este inverosímil curso. Ni antes, ni después. Directa, decidida y al frente, sin dobleces ni máscaras donde parapetarse. Como has sido siempre.

Tú y tu mirada a la vida, querida amiga. Pertinaz, obstinada, sin concesión paralasevasivas. Así es como has caminado desde que te conozco. Quizá porque no te ha quedado otra pero, qué diantre, hay que saber estar ahí y aguantar de pie las embestidas. Por eso nos enseñaste que está permitido zarandearse un poco, agruparse como reflejo de protección y recogerse para recuperar el aliento, pero no dejarse caer.

Es lo que has hecho siempre Teresa, y por eso admiraba tanto ese acopio de fuerzas que guardabas inquebrantable en algún reducto secreto bajo la piel. Tu cota de malla contra los envites de los días. Agujereada, decías a veces, pero jamás lleguéa creérmelo del todo.

En la feliz paradoja del docente en la que pocos reparan aprendimos juntos mientras enseñábamos. Compartimos clases, alumnos, compañeros, pistas, aulas, lecciones, espacios. Sobre todo, compartimos momentos.

Lo sabes, casi nunca tuve arrestos para discutir contigo, sin duda por puro instinto de autoprotección (¡menuda eras de malas, Teresita!) pero cuánto nos hemos reído juntos y cuán franca era tu risa. Mujer racial y mediterránea, alma y bastión de un departamento testoterónico como pocos, cómo supiste acogernos y tenernos a todos siempre contigo.

Es porello quete he sentido cerca desde aquel lejano verano en que me planté por aquí con mi disfraz de veinteañero inexperto en pantalón corto,tratando de encontrar mi lugar en el barco. Siempre me ayudaste a ello, a mí y a todos los que hemos ido llegando a nutrir la tripulación. Tu tripulación.

Y ahora, que has decidido bajarte en este puerto estival para seguir las evoluciones del mar desde la orilla tan sólo podemos darte las gracias y dedicarte un adiós pretendidamente inconcluso porque en realidad no lo es tanto, pues de alguna manera permaneces en las muchas generaciones de estudiantes que en algún momento pasaron por tus manos y en los que dejaste parte de tu impronta.

Sigue ahora, como tú decías, «acereando» por los contornos de nuestras vidas, las de todos aquellos que te queremos. Y descansa, descansa tranquila, amiga mía.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal En memoria de Teresa López

En memoria de Teresa López