Adra trabaja sin descanso para recuperar la normalidad
María Torres
Más de 400 personas atendidas, 200 vehículos arrastrados por el agua, 50 viviendas anegadas y una treintena de locales comerciales inundados. Es el balance de daños que el Ayuntamiento hace un día después de las lluvias torrenciales registradas en la mañana del pasado lunes. Un centenar de empleados municipales trabaja sin descanso para restablecer la normalidad en una localidad que, pese a lo vivido, agradece «que todo haya quedado en un susto grande». Ayer por fin lucía el sol en Adra tras una noche que quitó a muchos el sueño. Una tormenta eléctrica mantuvo a los vecinos en vilo hasta la madrugada cuando la lluvia cesó. La Rambla de las Cruces, epicentro del caos vivido un día antes, despertó ayer casi sin rastro de la tormenta. La vía, que llegó a amontonar una veintena de vehículos, recuperó su aspecto habitual. Aceras limpias, tráfico fluido y coches estacionados a ambos lados de la calzada. Sin embargo, sus vecinos no estaban para fiestas después de muchas horas achicando agua en sus garajes. «Hemos limpiado lo que hemos podido y ahora debemos dejarlo todo como está hasta que venga el perito. No podemos hacer más», comentó a IDEAL una vecina. Mientras tanto, la oficina municipal habilitada por el Consistorio para recopilar los daños sufridos que avalen la declaración de Adra como 'zona catastrófica' seguía atendiendo a más afectados en la mañana de ayer. Pese a ser fiesta local, el Ayuntamiento abrió sus puertas. En la calle, empleados del servicio de limpieza seguían despejando la arteria principal del municipio del barro acumulado. Según informaron los operarios, Natalio Rivas, Navegantes y Paseo de los Tristes son prioritarias en el plan diseñado. «El entorno del Puerto es lo último», informaron.